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226 EL GIRO ANTROPOCENTRICO EN LA TEOLOGIA ACTUAL ble a la exp resión de los con ten idos de la fe. Más aún, este antro- pocen trism o trascenden ta l sería más rad ica lm en te c ris tia n o que cu a lq u ie r o tro tipo de pensam iento filo só fico , según veremos. 2) En re lación con esta situa ción del pensam iento filo só fico se juzga en la a c tua lidad que un conoc im ien to humano no log ra co n d ic ió n de c ie n tífico (nos re fe rim os al co noc im ien to filo s ó fic o ), sino en la me­ dida en que com po rta , en que lleva consigo inhe ren te la de te rm i­ nación de las co n d ic io n es de p o s ib ilid a d a p rio ri existen tes en el su je to en orden al co noc im ien to del ob je to en cuestión. Esto vale tam b ién para la teo log ía que qu ie ra se r cien tífica , ya que no pue­ de ser realizada sin una filo so fía que le sirva de base. Por eso, cuando se a firm a que toda la dogm á tica ha de cu ltiva rse según las exigenc ias de una a n tropo log ía trascenden ta l, qu ie re decirse p re ­ cisam ente esto: “ que en el tra tam ien to de cada o b je to (— tem a ) de la dogm á tica hay que p regun ta rse al m ismo tiem po po r las ne­ cesa rias cond ic iones de p o s ib ilid a d , existen tes en el sujeto, en o r­ den a conoce r tal ob je to ; q u ie re decirse que existen ta les co n d i­ ciones a p rio ri para el conoc im ien to del o b je to y, fina lm en te , que d ichas cond ic iones a p rio ri afectan tam b ién al ob je to , a la manera, al método y a los lím ites en que puede se r co n oc id o 9. Además y p rincipa lm en te , 3) hay mo tivos tom ados del in te rio r m ismo de la teo log ía . Esta es esencial y p rim a riam en te "c ie n c ia de sa lva c ió n ” . Por eso, cu a lq u ie r enunciado te o ló g ic o cob ra su pleno sen tido só lo cuando es re fe rido a la sa lvación del hombre. Pero esto supone que hay que e s tu d ia r p reviam en te las c o n d ic io ­ nes de p o s ib ilid a d a p rio ri existen tes en el su je to , en el hombre; es decir, la recep tividad trascenden ta l que el homb re tiene para re c ib ir la salvación ; a D ios como G racia y V ida Eterna; y la recep- tib ilid a d que posee en orden a re c ib ir éstas y las o tras ve rdades sa lvíficas concre tas, o fre c ida s po r D ios en la reve lación h istó rica . Finalmente, y 4 ) den tro de este m ismo campo te o ló g ic o hab ría que m enciona r las ven ta jas que la o rien ta c ión a n tro po cé n trica o frece a una teo log ía fundam en ta l y a po logé tica que qu ie ra hace r cre íb le , in te lig ib le y d igno de se r v iv ido po r el homb re el mensaje revela­ do. Necesita, obviamente, que se le e xp lique según las exigenc ias esp iritua le s po r él sen tidas y en las ca tego rías mentales p o r él 9. K . R a h n e r, Teología y antropología, e n Cuestiones urgen tes..., p 17. Mysterium salutis, I I / 1, p. 455.

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