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M . G ARC IA CABERO 127 que *e llam a frustración'0. Se ha pasado del placer al displacer, de la satisfacción a la frustración. Y es precisamente en este pun ­ to donde comienza la verdadera batalla en el psiquismo humano. 4. El Dios de las frustraciones. Y la primera reacción del sujeto frustrado es la búsqueda de una defensa. Se le hace imprescindible defenderse de la fru stra ­ ción. Y comienza la estrategia de la defensa que pone en m ovi­ m iento toda una serie de m e can ism o s“ . Entre las posibles defen ­ sas del sujeto hay una que puede resultar particu larmente proDi- cia : la religión, Dios. El deseo, frustrado, omn ipotente y mendigo, puede encontrar la respuesta buscada en un Dios que se le describe como omn ipotente, como capaz de dar realización plena a su hambre de felicidad, de afirmación, de contacto social. (En el p la ­ no pastoral se acentúa la situación cuando una catequesis insiste sobre ciertos atributos divinos que se hallan en perfecta sintonía con lo que el sujeto demandaba precisamente). ¿Cómo puede suce­ der esto? Puede suceder porque este hombre en brazos del deseo se siente impotente ante las peticiones de su psique y la estruc­ tura cultural que se le en fren ta ; se siente frustrado ante sUS de­ seos m ás íntimos e, inconscientemente, concluye que sus fracasos y sus posibilidades de satisfacción dependen de las otras perso­ nas. Así sucedía en su infancia, como le demuestra la experiencia de sus deseos satisfechos o frustrados. ¿Por qué no va a suceder lo mismo ahora? Hubo un tiempo en que el bin'omio madre-padre respondía a sus apetencias. (Esta respuesta ha contribuido a es­ tructurar psíquicamente el deseo). ¿Por qué no puede darse una instancia superior que responda actualm ente a lo que en otro tiempo realizaron los mayores? De esta pregunta, fruto de una apetencia, de la omnipotencia del deseo, a una respuesta afirmati­ va no hay más que un paso; bastará dejar correr la respuesta más 10. Cfr. D e la y J.- P ic h o t P., Abrégé de psychologie. Paris: Masson 1964, p. 101. Las reacciones del sujeto frente a la frustración han sido es­ tudiadas por la escuela psicológica de K . L e w in y por la de la universi­ dad de Y a l e (cfr. F r a is s e P .- P ia g e t J., Traité de psychologie expérimen­ tale, V. Paris: P .U .F ., p. 54-66. 11. A. F re u d ha sido la primera en estudiar el tema (1936) desde el punto de vista del yo: Cfr. El yo y los mecanismos de defensa. Buenos Aires: Paidó 1965. Una interesante aplicación pastoral del tema ha sido hecha por U le y n a ., Actualité de la fonction prophétique. París: Desclée de Brouwer 1966, pp. 162-384.

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