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124 LA V IV IE N D A R E LIG IO S A FR EN TE A L P S IC O A N A L IS IS no les interesa, pero que son incapaces de disimular el embarazo y la ansiedad que un discurso de tal calidad supone1. Para un psicoanalista bastaría este clima defensivo y suspi caz como justificación del tema. P ero... vayamos por partes. a) Es verdad que el psicoanálisis no puede hablarnos de Dios. Aún m á s : el psicoanálisis es ya lim itado cuando se interesa por el hombre. Pero el psicoanálisis nos puede descubrir aspectos insos pechados de nuestro comportamiento referido a Dios, de nuestro comportam iento religioso. El psicoanálisis es mudo respecto a Dios, pero recobra su palabra cuando Dios se ha convertido en el “ dios” del hombre. No podrá ser una “ au to -teo log ía ” en el mentido de K an t o de Heidegger, pero sí una “ genealogía” en el sentido de Nietzsche. b) La fe cristiana ha de ser leída en “ con temporaneidad” , es decir, como respuesta al desafío que presenta una determ inada cultura humana, no de espaldas a ella. No resisto a la tentación de m an ifestar que, si la fe no presenta una respuesta concreta a la cultura que se le en fren ta, se desvanecerá. La aceptación cons ciente y personal del m ensaje cristiano acaece en el arco cu ltu ral propio de una época, asum iendo todos sus elementos como instrumentos necesarios de expresión y de interpretación del m en saje religioso. En este sentido el cristianismo lleva en sí la ca te goría de la “ contemporaneidad” , no -ólo como capacidad de in serción, como posibilidad de mediación en sentido técnico de con cepto y de lenguaje, sino como modo de ser intrínseco, como v a lor objetivo 3. Y no se puede negar que uno de los aspectos más in cisivos de la cultura contemporánea es presentado por el psicoa nálisis, el cual se puede ocupar de la creencia como fenómeno cultural. La crítica psicoanalítica de la vivencia religiosa (o el “ com bate amoroso” , para emplear una expresión muy particular de K. Jaspers), que vamos a entablar, se lim itará a la realidad humana en su con jun to ; a la religión como fenómeno de cultura y con un matiz típicamente iconoclasta. Este sentido iconoclasta se hallará necesariamente presente en cuanto se diga. 1. Cfr. B ellet M., La foi et l’épreuve de la psychanaluse, en “Etudes”, mars 1968, p. 350. 2. Cfr. J o an n es F. V., Esperienza religiosa e interpretazione psicana litica ver la costruzione di una nuova sintesi dinamica dell’uomo, en Psi canalisi e fede cristiana. IDOC. Verona: Mondadori 1971, p. 37.
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