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La vivencia religiosa frente al psicoanálisis No se trata de la exposición de una doctrina particularizada, ni de recordar a un autor en concreto. Se trata, sobre todo, de .a aplicación clínica de un sistema (con los fallos que todo sistema puede incluir). El en ferm o, si es que lo hay, será el com p orta ­ m iento religioso. Se procederá a través de diversas etapas. 1. Justificación del tema. Límites. Quizá la primera reacción ante un enunciado así formulado sea cuestionar sobre su legitim idad : ¿con qué derecho el psicoa­ nálisis se puede permitir una crisis de la vivencia religiosa? Si una ciencia puede entrar en el campo de lo religioso, se llamará Teo ­ logía, es decir, se tratará de aquella ciencia que reflexiona ju sta ­ mente acerca de la relación entre Dios y el hombre, nunca de una ciencia (?) como el psicoanálisis que carece de palabra sobre uno de los térm inos del problem a: Dios. Y , si no puede decirnosnada de Dios, ¿con qué derecho nos hab la de religión? Esta puede ser la primera reacción ante un tema como el que nos ocupa. Pero, indudablemente, hay más. Y algunas no tan cla­ ramente formulables. Y no es pequeña ya la curiosidad que susci­ ta el térm ino “ psicoanálisis” . Quizás sea por lo que pueda en tra ­ ñar de novedoso, quizás porque, en el fondo, nadie está tan segu­ ro de que no tenga su razón, el caso es que basta hablar de lo que se relaciona con él para que el auditorio se interese. Y no es que todos sean partidarios y defensores del m ism o : los hay oponentes, suspicaces y creídos en su fácil “ refu tación ” ; existen aquellos que lo m iran con aire de superior y quienes rehúsan hablar porque