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M . D IA Z ALVAR EZ 87 A estos problemas concernientes al clero nativo hay que aña ­ dir la situación en que se encuentra el extranjero, que representa el 4 0 7o del clero tolai. En los últim'os tiempos también ellos han t o ­ mado conciencia de cierta- realidades para las que no estaban p r e ­ parados. “De ahí la necesidad de revisar la m isma actividad m isio ­ nera. El clero español, que representa el número mayor y más a n ­ tiguo de A.L. (actualm en te España está presente con 676 sacerdo­ tes diocesanos; 5.020 religiosos; 8.521 religiosas; en los últimos seis años han sido enviados m ás de 1.550) ha sido el primero en reunirse para discutir esta problemática. Al final de tal encuentro se ha visto don claridad que la causa principal de las dificultades está en el choque de mentalidad y en el modo quizá un ooco occi­ dental de acercarse a las poblacione’ la tinoam erican as7 La gran fuerza estudiantil que cursa estudios en universidades norteamericanas regresa a su patria pidiendo una respuesta d istin ­ ta y no alienante a la Iglesia. A su vez, la politización cada vez m a ­ yor del hombre medio, en países en los que todo está politizado, ha ­ ce que la jerarquía católica tome posición, siéndole imposible ya el permanecer neutral en una batalla en la que participan todos sus fieles. Latinoamérica, en suma, es un continente inmerso en gran ­ des contrastes ideológicos, socio-económiCos y culturales, cuyas m a ­ nifestaciones para el campo ético-religioso suelen ser claras: 1. La situación de cambio, además de producirse con rapidez y a veces en form a violenta, llega a conmover al hombre entero, d e'd e su situación económ ica y política hasta la cultural y religio­ sa, no s ¡empre libre de pre-iones ajenas. 2. La religión popular, con sus valores y deficiencias, y la ig­ norancia e indiferencia, no expresan siempre un cristianismo libe­ rado de form as arcaicas y desencarnadas, capaz de resistir los im ­ pulsos del secularismo y el ateísmlo. 3. Una creciente ausencia del sentido ético crea en el hombre latinoamericano actitudes hedonistas y eróticas, como consecuen­ cia de la asfixiante propaganda, favorecida por la civilización de con sum o 8. 7. Ib. p. 16. 8 . H e r m a n o s d e l a S a l l e . Carta d e Araruana, p. 2 6 (R ío de J a n e iro 1 9 7 2 ).

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