PS_NyG_1973v020n001p0081_0109

86 LA TEOLOGIA DE LA LIBERACION Y. de su opresión, van rehuyendo el compromiso político derechista para afiliarse a movimientos claramente izquierdistas y, como con­ secuencia, dejando a un lado a la Iglesia, identificada con el ala derecha del capitalismo. Sin embarg'o, el izquierdi-mo deseado por el latinoamericano no es idéntico al propugnado por algunas naciones europeas. Lo que el pueblo necesita aquí es salir de esa opresión-explotación de que es víctima, a través de situaciones políticas capaces de supe­ rar la' categorías tradicionales. Ello no quiere decir que deban perderse l'os valores éticos y religiosos. De ahí que muchos lideres jóvenes del ala izquierdista se confiesen cristianos y no vean nin­ guna repugnancia entre sus creencias y sus decisiones político-eco­ nómicas. Más bien, ven como una exigencia del evangelio el pro­ ducir un cambio radical en las raíces socio-políticas de sus patrias. 3. Es n e c e s a rio u n a n u e v a m e n ta lid a d A. Latina tiene ya l'os 285 millones de habitantes, con un índi­ ce de aumento del 2,9%. Pero la preocupación más alarmante es saber que la mitad de la población vive todavía en villas de emer­ gencia; la renta media per cápita es bajísima; el analfabetismo, muy elevado, alcanzando cifras muy altas en algunos países: So­ livia (65%), Brasil (39%); y en regiones centroamericanas llega al 51% y al 90% en Haití. El número de sacerdotes es totalmente insuficiente para un continente donde está un tercio de la población católica y muy pronto la mitad de la misma. Su clero representa poco más del 10% del mundial, con unos 45 mil sacerdotes. Por otro lado, las voca­ ciones son cada vez más escasas. En los últim'os seis años abando­ naron el seminario unos 44.000 seminaristas. El CELAM nos ha pro­ porcionado cifras alarmantes. En 1959 fueron ordenados 580 sacer­ dotes, mientras que en 1969 el número de ordenaciones fue de 689. Aunque el aumento absoluto podría verse como un hecho positivo, no lo es, sabiendo que en ese lapso de tiempo la población católica ha aumentado 42 millones y, además, de los 689 ordenados 316 son oriundos de tan sólo dos naciones (Colombia y México), que suman el total de 67 millones de habitantes6 6 . Ib. p . 18.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz