PS_NyG_1973v020n001p0081_0109

84 LA TEOLOGIA DE LA LIBERACION Y. postura decididamente preconciliar de parte del clero, que está a punto de declarar herejes las afirmaciones del Vaticano II e impías las conclusiones de Medellín. Estos sacerdotes ven por to­ das partes brotes de troskismo y se basan en la situación deni­ grante de Cuba y Chile para alertar al pueblo. Aferrándose al he­ cho de que un ministro sagrado tiene como misión primordial de­ cir misa y ejercer su ministerio a través de los sacramentos, olvi­ dan toda otra proyección apostólica. Pero recientemente el Cardenal Landázuri escribía: “Si en­ tendemos por política la realización en;re los hombres de la justi­ cia en su pleno sentido, que incluye también la caridad, y si la justicia así entendida está en la entraña misma del mensaje bí­ blico, vale decir, de la fe, se ve claramente que la acción política es una exigencia de la misma fe cristiana”. El Cardenal peruano lle­ ga a poner de manifiesto que, en la actual situación social de Amé­ rica Latina, la Iglesia no puede permanecer neutral, cosa que logra­ ría, si persiste en sembrar a voleo una Palabra de Dios, abstracta y confusa. Debe “ c o n c ie n tiz a r, e d u c a r, c r itic a r y d a r te s tim o n io , palabras ciertamente huecas si no entrañan una sana cooperación con tod'os los intentos de implantar una sociedad más justa, por medio de profundas reformas sociales” 2. Naturalmente, al hacerse cargo de la situación social, el sa­ cerdote chocará contra la postura de los gerifaltes de la política nacional y aquellos “pro-h'ombres” que tienen en sus manos el te­ jemaneje de las rentas. Teniendo en cuenta los documentos de Medellín, que dicen: “al hablar de una situación de injusticia nos referimos a aquellas realidades que expresan una situación de pecado” 3, una revista eclesiástica hacía algunas sugerencias a sus lectores, sacerdotes en su mayoría: “Por el territorio latinoamericano corren vientos hu­ racanados. Equivocada o acertadamente, se habla de revolución en todos los tonos y en todos los medi'os sociales. Inclusive estos vientos han llegado hasta los campesinos... Es preferible que nos­ otros nos preguntemos: “¿Ha adquirido el nuevo pueblo latinoa­ 2. L a n d a z u r i , Juan, en “A ctualidad pasto ral” 5 (1972) 140 (Buenos Aires). 3. Conclusiones de Medellín, t. I I , p. 51 (In d o -Am erican -P re ss, 1969. Colombia).

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz