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M. GONZALEZ GARCIA 03 tro de las dignidades, el puesto de arcediano quedaba a discreción del obispo, que era quien confería el cargo. En las otras dignidades, la elección pertenecía, por costumbre, al cabildo y al obispo. En la elección para las dignidades debía buscarse personas idó- neas entre los canónigos primeramente, luego entre los porcionarios. 4 ) Si no se hacía la elección guardando estas normas, carecía de validez la elección y pasaría al inmediato superior. Unicamente, si el obispo era quien no guardaba el orden establecido, en este caso la elección pasaba al cabildo, el cual debería elegir en el plazo de seis meses. 5 ) En cuanto al beneficio de los distintos cargos, se establecía que : a) los porcionarios tendrán, además de las distribuciones acos- tumbradas, su beneficio correspondiente (portio) y 40 ma- ravedís. b) Los canónigos, además de la « portio» propia, de las dis­ tribuciones acostumbradas y del vestuario, 80 maravedís. ) El deán, elmiembro más noble delcabildo, asícomo (»1 chantre, eltesorero y el maestrescuela,disponen de la «canonia», de la «portio» v las distribuciones acostumbra­ das y una cantidad en dinero que se establece de la si­ guiente manera: deán ......................... 500 maravedís chantre ................. 250 » tesorero ................. 150 » maestrescuela ............ 150 » Los arcedianos gozarán de la «canonia» y las distribuciones, más trescientos maravedís. Si vacaba un beneficio, los réditos del mismo debían emplearse en provecho de la iglesia a la cual pertenecía el beneficio, y no en pro­ vecho del obispo, del arcediano o de los arciprestes. El obispo o el ar­ cediano debían conferir los beneficios vacantes a una persona idónea. Si no lo hacían así, el derecho de nombramiento pasaba al cabildo, y si éste también era negligente en efectuar el nombramiento, pasaba al metropolitano el derecho de elección. 6 ) El chantre o el vicario eran los encargados de ordenar el culto litúrgico para cada día o cada semana.