PS_NyG_1973v020n001p0031_0053

52 LA LOGICA INTEGRAL, FUNDAMENTO DEL DIALOGO tere dell’umore. E nostra tesi che il pensiero dialogico è una rigoro- sa possibilità razionale e deve essere sviluppato in forme logiche se­ condo le struttura e configurazioni mostrate dalla logica integrale» Es innegable que estas palabras contienen una delicada, pero decisiva, repulsa de la dialógica, eleborada al margen de las exigen­ cias del pensamiento y aue es efecto de las intuiciones emocionales más que de la fuerza lógica de las ideas. Sabido es que por aquí han venido las críticas a M. Buber, G. Marcel y al mismo F. Ebner, por citar los más perspicuos de esta corriente “ . La dialógica de L.Gabriel, por el contrario, quiere llenar plenamente las exigencias del pensa- samiento más riguroso. Su posición es netamente formulada al final de su obra fundamental. Viene a ser la conclusión de tan profundo estudio. Recogemos las ideas fundamentales. El paso de la dialéctica al diálogo, como irrupción a través del monólogo del sistema absolutizado, es sólo posible en la apertura a la trascendencia que implica la relatividad y racionalidad del sistema. Sólo en el mantenimiento de la diferencia del oroDio punto de vista y de la propia posición puede realizarse el verdadero diálogo. El len­ guaje, que es el medio que tenemos para entendernos, es imposible construirlo monológicamente, como lo intentan los sistemas formales autónomos de la lógica tradicional. El lenguaje está dialógicamente estructurado. Por lo mismo, la lógica integral del lenguaje debe su­ perar la limitación monológica de la forma lógica por oatenciación de la estructura dialógica que tiene su raíz más profunda en que el hombre coexiste en su lenguaje y diálogo con los hombres y las co­ sas, es decir, con todo el universo. Sólo sobre esta base comunitaria de la existencia humana se hacen inteligibles las tomas de posición respecto de los diversos aspectos de la realidad. De aouí también los distintos sistemas de intuición y de lenguaje. Una diferencia pluralistica se sigue necesariamente de todo esto y es ella el presupuesto de la unidad y vinculación dialógica. Esta unidad es integradora y no subsumente, como la totalidad de los sis­ temas monadísticamente cerrados, que todo lo nivelan e igualan al someterlo al férreo engranaje de sistema. Desde el punto de vista prác- 53. Giornale di Metafisica, X X I I I (1968) 407. 54. Sobre M . Buber nos podemos rem itir a nuestro estudio. Temáti­ ca fundamental del pensam iento de Martín Buber, en Natur. y Gracia, 15 (1968) 3-31.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz