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E. RIVERA DE VENTOSA 47 gurativa lógica, pues el todo dentro del mismo es una unidad super- subjetiva y no analítico-mecanizable. A su vez, la forma configura- tiva es una concreción en la que se representa algo, en la que algo se hace presente en forma manifiesta. Forma configurativa es aparición y es patencia. Sobre la relación entre idea y sistema, L.Gabriel toma con ciencia de la paradoja que va implicada en la infinitud e inagotabi- lidad, latente en la idea; infinitud que queda circunscrita y limitada cuando se halla integrada dentro de un sistema. La solución de la aparente paradoja está en la naturaleza propia de nuestro conoci miento. Las « intuiciones del universo » son siempre sólo fragmentos captados en la realidad, que nunca puede ser clausurada en su tota lidad dentro del cuadro del pensamiento, ni en cuanto a su conteni do, ni en su aspecto formal. «Esta limitación que caracteriza al pen samiento y sus formas configurativas no quiere significar una desva loración, más bien el desvelamiento de una necesaria relatividad. El pensamiento absoluto y total, que obtuviera de una vez definitiva mente en el concepto toda verdad, no seria ya pensamiento, al me nos ya no el humano» “ . Consecuencia de este razonamiento sobre el sistema abierto es que este sistema implica siempre una cierta relatividad, pero una re- latividad como referencia al absoluto. Al llegar aquí, el pensador aus tríaco se pregunta: ¿Son, entonces, relativos todos los sistemas ca- tegoriales, todos los sistemas de ciencia y de Weltanschauung»? Y, sin titubear, responde: «Ciertamente son relativos con relación a lo absoluto. Sin embargo, cada sistema contiene en sí todo el interno movimiento propio del razonamiento y deducción y, por lo mismo, con su relación al todo del ser, el cual no es alcanzable con ningún concepto fijo, ni con ninguna posición categorial. Todo esto signifi ca «la relativización de lo relativo y, con esto, la posibilidad de la re- lación al absoluto como posibilidad del sistema abierto» 4l. Esta relativización del sistema, tal como la entiende L. Gabriel, tiene dos vertientes bien claras: lavertiente subjetiva, en cuanto nuestro conocimiento es siempre un conocimiento parcial, y objetiva, en cuanto toda realidad concreta es radicalmente deficiente y pide 40. Lógica In tegral..., p. 528. 41. Lógica Integral..., p. 405.
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