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ESTUDIOS La gracia sacramental eucaristica en el pensamiento franciscano Es indiscutible que la Eucaristía, dignamente recibida, nos une con Cristo. A este respecto suele citarse la frase del Concilio Floren­ tino: «Huius sacramenti effectus, quem in anima operatur digne sumentis, est adunatio hominis ad Christum» \ Pero la Eucaristía es el más excelso de los sacramentos, contiene «vere, realiter et sub- stantialiter, al mismo Cristo. Algún efecto superior al de los otros sacramentos ha de producir. Por otra parte, la diversidad de sacra- mentos supone efectos distintos, pues de lo contrario sería admitir sacramentos inútiles. Luego, así razonan algunos, es menester que la Eucaristía tenga un efecto propio, que nos una con Cristo, y que no sea la gracia santificante, ya que ésta la producen todos los sacramen­ tos. Partiendo de estos preámbulos: necesidad de distinguir entre sí los siete sacramentos, y la mayor excelencia de la Eucaristía, algunos teólogos, desde el Cardenal Mendoza (siglo XVI) hasta nuestros días, han sugerido o defendido diversas explicaciones de esta unión con Cristo por la Eucaristía, distinta de la unión por gracia. Hablan, por supuesto, de una unión permanente, no limitada al tiempo que du­ ren las especies sacramentales en el comulgante. Este es precisamente el punto que intentamos investigar: si, después de corrompidas las 1. D 6 9 8 .

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