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E. RIVERA DE VENTOSA 343 por el contrario, purificar a Aristóteles de toda contaminación pla tónica. Esta había tenido lugar, sobre todo, por haberse atribuido a Aristóteles algunas obras de carácter neoplatónico. Averroes inten ta volver al puro aristotelismo. El ponente hizo notar que, con Carra de Vaux, se ha hablado de tres clases de com en tarios de Averrores. Al parecer, basta distinguir dos: unos comentarios son a modo de compendio y otros comentan literalmente al maestro, de un modo más o menos amplio. En ese momento el ponente se hizo esta pregunta: ¿Dónde ha llar al Averroes auténtico? Para Asín y Palacios, en las obras origi nales; para Cruz Hernández, en todos sus escritos. Gómez Nogales piensa preferentemente en los textos originales. No obstante la estima exagerada que Averroes tuvo por su maes tro, discrepa de él en no pocas ocasiones. En lógica incorpora la Isa goge de Porfirio. En física precisa y amplía las nociones de materia- forma. En la metafísica ve una preparación a la teología. Finalizó este apartado con breves indicaciones sobre el influjo en Averroes de los comentadores de Aristóteles Temistio y Alejan dro de Afrodisia, etc... Y en el terreno de la medicina, la presencia de Hipócrates y de Galeno en el filósofo cordobés. En el tercer apartado el ponente aludió al posible influjo judeo- cristiano en Averroes. Pero sin detenerse en este tema. Tan sólo anotó que el influjo visigótico en Averroes aún no sa sido suficiente mente estudiado. El encuentro de Averroes con su propia cultura árabe fue el ob jeto del cuarto apartado. Hereda ciertamente el filósofo de Córdoba la problemática religioso-filosófica de sus predecesores. Y ante esta problemática tomó una actitud muy neta y definida. Contra el su fismo, que se atiene exclusivamente a la experiencia mística y con tra toda clase de kalam intransigente, Averroes proclamó el valor de la inteligencia. Y aunque no aceptó la teoría de la doble verdad, pensó que ésta puede expresarse en una doble fórmula: popular y científica. Toca al filósofo señalar esta doble expresión y valorarla en su respectivo campo. Con relación a los otros pensadores árabes, combate a Al-Fara- bi por su tendencia a concordar Platón con Aristóteles; e impugna
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