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RICARDO MARIMON 271 y definidos paulatinamente por hombres de gran talento, según la norma de la misma «revelación» d ivina . Esta filosofía reconocida y aceptada en la Iglesia defiende el valor verdadero y genuino del co- nocimiento humano, y los incontrovertibles principios metafísicos, a saber, de razón suficiente, causalidad y fin a lid ad ; v , finalmente, el conocimiento de verdades ciertas e inmutables. «C ierto que en esta filosofía se exponen muchas cosas que n i d i­ recta n i indirectamente atañen a la fe o a las costumbres y que, por lo mismo, la Iglesia deja a la libre disputa de los doctos; pero en otras muchas, sobre todo en cuanto a los principios y principales asertos mencionados, no cabe la misma libertad («Humani Generis », A A S , 1950 , pp. 5 7 1 - 572 ). L a filosofía cristiana es, pues, un hábito científico de la razón, que le permite a ésta demostrar con certeza la existencia de D ios y expresar de modo conveniente la ley moral natural (— todo ello es función propiamente filosófica— ) ; comprobar los fundamentos o motivos de credibilidad de la fe cristiana, milagros, profecías, (— fu n ­ ción apologética— ), y alcanzar incluso «alguna inteligencia de los misterios» (— función teológica— ). E l contenido de este hábito racional de la filosofía cristiana dice Pío X I I que ha sido formado como un patrimonio científico de mu­ chas generaciones cristianas, y que ha sido examinado y aprobado a la luz de la revelación d iv in a . Indudablemente, juega aquí el conte­ nido de verdades naturales «que en lo tocante a la religión y las cos­ tumbres de suyo no son inalcanzables para la razón» («Humani Ge- neris»), A A S , 1950 , p. 5 6 2 ; Conc. V a t. I D . B . 1 8 7 6 ; S . T h . I, q. 1, a .l; II 11*, q . 2 , a . 4 ) y el Magisterio de la Iglesia ha juzgado que el contenido del patrimonio de filosofía cristiana coincide con él. Se trata, pues, del contenido de esta filosofía y en su función propia­ mente filosófica. Pío X I I lo caracteriza por los siguientes elementos fundamentales: a) Sostiene el verdadero y genuino valo r del conocimiento hu ­ mano ; b) Sostiene el valor de los primeros principios metafísicos: razón suficiente, causalidad, fin a lid ad ; c) Sostiene el conocimiento de verdades ciertas e inmutables.