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RICARDO MARIMON 301 dicción. Son infinitos los casos de pura «contrariedad» o hasta «sub- contrariedad» en los que nos sentimos unívocamente impulsados a ver y valorar solamente nuestra verdad. L a posición adoptada por el Concilio nos ha de hacer abrirnos a tantas otras verdades de otros pueblos, filosofías y tiempos que, lejos de poderse calificar como erróneas, expresan aspectos análogos, que pueden enriquecer consi­ derablemente nuestras propias verdades filosóficas y teológicas. L a lógica más estricta y la nueva línea vaticana coinciden plenamente. R icardo Marimón B a t l ló Madrid

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