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298 LA FILOSOFIA CRISTIANA EN EL MAGISTERIO. una ética teocéntrica. Se excluye con ello cualquier sistema que no admita la doble realidad material y espiritual del hombre, — materia­ lismo, inmanentismo, subjetivismo— , o cualquiera que niegue la dignidad de la persona humana, su libertad y la obligación de la ley moral impresa en la naturaleza, como ya hizo Pío X I I - A A S , 1953 , p. 685 - («Ecclesia», n.° cit. pp. 449 - 500 ). Este triple núcleo fundamental propio de teda filosofía ecep- tada y recomendada por el documento se concibe, pues, de un modo genérico, como un «conocimiento sólido y coherente del hombre, del mundo y de Dios» ( V . Optatam Totius, 15 ). Contiene, sí, « las rique­ zas que el pensamiento del pasado nos ha transmitido » . Pero está plenamente abierto «para acoger las riquezas que el pensamiento moderno continúa aportando». 5 . E n cuanto a la filosofía de Santo Tom as de Aqu ino reco­ mendada repetidamente por los Sumos Pontífices, afirma el docu­ mento de la Sagrada Congregación de la Enseñanza Católica que ■<siguen siendo válidas las repetidas recomendaciones de la Iglesia ». («Ecclesia», n.° cit. p „ 450 ). Ccmo razón exp licativa aduce que en ella ' aquellos primeros nrincipics de verdad natural son clara y orgá­ nicamente enunciados y armonizados con la revelación; al mismo tiempo que se encierra también en ella aquel dinamismo innovador... en una continua síntesis renovadora, de las conclusiones válidas reci­ bidas de la tradición con las nuevas conquistas del pensamiento hu ­ mano» («Ecclesia», 1. cit.). Por consiguiente, se insiste nuevamente en el estudio de la filo­ sofía de Santo Tom ás, como la más adecuada para la formación de los estudiantes eclesiásticos. Se cree que no solamente está de acuerdo con la razón natural y la revelación d ivina , sino que ademas contiene un dinamismo capaz de sintetizar o integrar las nuevas conquistas del pensamiento. S in embargo, una vez mas, no se la presenta como e x ­ clusiva entre k s filosofías sanas y aceptables. Y es m á s: se insiste en que a los alumnos se les haga tener en cuenta «las problemáticas y coracterísticas propias de las diversas regiones y cu ltu ra s ... (v que) consigan un adecuado conocimiento de las principales concepciones fi­ losóficas del propio tiempo y del propio ambiente» («Ecclesia», 1 . cit.).

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