PS_NyG_1972v019n003p0265_0301

238 LA FILOSOFIA CRISTIANA EN EL MAGISTERIO. seja también tener en cuenta «las investigaciones filosóficas de los tiempos modernos». Con ello se pone en línea con la «Gaudium et Spes », que habla del «intercambio entre la Iglesia y las diversas cu l­ turas» (G S , 44 ), de «las múltiples voces de nuestro tiemoo» (ibid), del «enriquecimiento que resulta así para la Iglesia como para cada cada cu ltu ra ... (del) entrar en comunión con las diversas civilizacio ­ n e s » ... (G S , 58 ). C cn ello los futuros sacerdotes «se prepararán oportunamente para el diálogo con los hombres de su tiempo» (O T , 15 ). Se refiere al diálogo de que habló Pablo V I en la encíclica « Ecclesiam Suüm » (A A S , 1964 , p. 639 ) y para el aue había dicho la constitución «Gíiu- dium et Spes » que «este buen entendimiento (entre teólogos y fi­ lósofos cristianos y hombres de ciencia) proporcionará grandes ser­ vicios a la formación de los ministros sagrados, quienes podrán pre­ sentar a nuestros contemporáneos las enseñanzas de la Iglesia acer­ ca de D ios, del hombre y del mundo, de forma más adaptada y a la vez más gustosamente aceptable por ellos» (G S , 62 ). E s importante también en este decreto lo que se refiere a la historia de la filo so fía : «enséñese de suerte que los alumnos, al mismo tiempo que captan los últimos principios de los varios sis­ temas, retengan lo que en ellos se ve de verdad y puedan descubrir las raíces de los errores y rebatirlos» (O T , 15 ). Subrayamos el que retengan lo que en ellos se ve de verdad, que suoone una evalua­ ción positiva de distintos sistemas o filosofías, que aun a pesar de contener elementos negativofs, /pueden contribu ir a completar el «corpus» de la filosofía perenne. Como método de enseñanza, propone el decreto « Optatam to - tius» normas afectivas y actuales: a) « in fund ir a los alumnos el amor a investigar la verdad con todo rigor, a respetarla y demostrarla, (O T , 15 ) como un eco de los valores de la cultura actual constatados en la «Gaudium et Spes», — «exacta fidelidad a la verdad en las in ­ vestigaciones científicas» (G S , 57 )— ; b) «honrada aceptación de los lím ites del conocimiento humano» (O T , 15 ), lo cual podría parecer una expresión nueva en la enseñanza del Concilio , pero que está plenamente en conexión con el «oscurecimiento parcial y deb ilita­ miento» de nuestra inteligencia (después del pecado original), cons­ tatado por G S , 15 , y con el no apelar a la «sabiduría» o filosofía hu ­ mana, sino al Evangelio , como remedio de la crisis actual ( V . G S ,

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz