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284 LA FILOSOFIA CRISTIANA EN EL MAGISTERIO. así en todos los pueblos se hace posible expresar el mensaje cristiano de modo apropiado a cada uno de ellos y al mismo tiempo se fomen­ ta un vivo intercambio entre la Iglesia y las diversas culturas » (G S , 44 . V . L G , 13 ). Nctemos, además, que la intención del Concilio no se lim ita a extender la acción evangelizadora de la Iglesia a todos los pueblos, si­ no también a todos los tiempos, y especialmente a nuestro tiempo. Por esto continúa el citado párrafo : « ...la Iglesia necesita de modo muy peculiar la ayuda de quienes, por v iv ir en el mundo, sean o no sean creyentes, conocen a fondo las diversas instituciones y disciplinas y comprenden claramente la razón íntima de todas ellas. E s propio de todo el pueblo de D ios, pero principalmente de los pastores y teólo­ gos, auscultar, discernir e interpretar, con la ayuda del E sp íritu Santo, las múltiples voces de nuestro tiempo y valorarlas a la luz de la palabra d iv in a , a fin de que la verdad revelada pueda ser me­ jor percibida, mejor entendida y expresada en forma más adecuada » (G S , 44 ). Se trata de llevar el Evangelio a todos los pueblos y a todos los hombres de hoy. L a Iglesia no puede predicar de modo anacrónico a culturas ya pasadas. Y para ello debe proponerse como objetivo p rin ­ cipal la cristianización de las culturas contemporáneas. De modo parecido dice el Concilio en el decreto sobre la acti­ vidad misionera de la Ig le sia : « ... las iglesias jóvenes, radicadas en C r is t o ..., asumen todas las riquezas de las naciones, que han sido da­ das a Cristo en herencia ( V . S a l. 2 , 8 ) E lla s reciben de las costumbres y tradiciones, de la sabiduría y doctrina, de las artes e instituciones de los pueblos todo lo que puede servir para expresar la gloria del C r e a d o r ...; se exclu irá toda especie de s in c re tism o ...; se acomoda­ rá la vida cristiana a la índole y al carácter de cualquier cultura y se agregará a la unidad católica las tradiciones particulares, con las cua­ lidades propias de cada raza, ilustradas con la luz del E v a n g e lio ... (A G , 22 , V . A G , 16 ). L a Iglesia se propone, pues, como fin de su evangelización, in ­ tegrar en el Evangelio todas las culturas, inclusive las formas cu ltu ­ rales de cada momento, si tienen verdadero valo r. Por esto recomien­ da el Concilio la participación de los hijos de la Iglesia en la cultura

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