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282 LA FILOSOFIA CRISTIANA EN EL MAGISTERIO. varía más fácilmente «al culto mismo y a la contemplación del Crea­ dor» (íb id .). Reconoce el Concilio que el abuso del «método» científico y téc­ nico en nuestra cultura puede conducir y fomentar «un cierto feno- menismo y agnosticismo», pues no son las ciencias n i la técnica quie­ nes tienen por objeto «penetrar en las íntimas causas de las cosas». Incluso el hombre tiene peligro de creer «que se basta a sí mismo» y de renunciar a «buscar cosas más altas». E l mal no está en el mismo método científico, cuyo valo r han de aceptar todos. Nuestra cultura ha realizado conquistas muy aprecia- bles, de rigor y fidelidad de investigación, de trabajo en equipos téc­ nicos, de solidaridad internacional, de servicio de la técnica a las ne­ cesidades del hombre, etc. (G S , 5 7 ). Estos bienes científicos y técnicos considera el Concilio que son como «una preparación» para el mismo mensaje del Evangelio de Aquél que vino a salvar al mundo (G S , 57 ). E s notable que cuando se esperaría una apelación a la filosofía, incluso, si se quiere, a la filosofía cristiana, el Concilio no la hace. Echa en falta la filosofía humana, pero no apela a ella, sino al E v a n ­ gelio, a C risto , que ha venido a este mundo a salvar también las cu l­ turas de la h um a n id a d ...: «Múltip les son los vínculos que existen entre el mensaje de salvación y la c u ltu ra » ... (G S , 58 ). 2 . L a constitución « Gaudium et Spes » contiene la proclama­ ción más taxativa de la igualdad y validez de todas las diversas cu ltu ­ ras hum anas: «D ios, por medio de la revelación, desde las edades más remotas hasta su plena manifestación en el H ijo encarnado, ha habla­ do a su pueblo según los tipos de cultura propios de cada época, « ...la Ig le s ia ... ha empleado los hallazgos de las diversas culturas para d i­ fund ir y exp licar el mensaje de Cristo en su predicación a todas las gentes, para investigarlo y comprenderlo más profundamente, para expresarlo mejor en la celebración litúrgica y en la vida de la comuni­ dad multiforme de los fie le s... L a Iglesia, enviada a todos los pueblos sin distinción de épocas y regiones, no está ligada de una manera ex - elusiva e indisoluble a ninguna raza o nación, a ningún género de vida particular, a ninguna costumbre antigua o reciente. F ie l siempre a su propia tradición, puede entrar en comunión con las diversas c iv i

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