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274 LA FILOSOFIA CRISTIANA EN EL M AG ISTE RIO .. escolástica, pero no es una posición cerrada: «Nadie ignora que los términos empleados... pueden ser perfeccionados y perfilados. Se sa­ be también que la Iglesia no siempre ha sido constante en el uso de unos mismos términos. E s evidente, además, que la Iglesia no puede ligarse a cualquier efímero sistema filosófico; pero las nociones y los términos que los doctores católicos, con general aprobación, han ido componiendo a través de varios siglos para llegar a obtener alguna inteligencia del dogma, no se fundan , como es evidente, en cim ien­ tos tan deleznables. E n realidad, se fundan en principios y nociones deducidas del verdadero conocimiento de las cosas creadas; y en esta deducción la verdad d iv ina revelada ilum inó como estrella a la mente humana por medio de la Iglesia. Por esto no hay que admirarse que algunas de estas nociones hayan sido no sólo empleadas, sino hasta sancionadas por los Concilios Ecuménicos, de suerte que no es lícito apartarse de ellas. Abandonar, pues, c rechazar, o p rivar de valo r a tantas y tan importantes nociones y expresiones, que hombres de ingenio y san­ tidad no comunes, con esfuerzo multisecular, bajo la vig ilancia del sagrado Magisterio y con la luz y guía del E sp íritu Santo, han con­ cebido, expresado y perfeccionado, para expresar las verdades de fe cada vez con mayor exactitud y substituirlas con nociones hipotéticas y expresiones fluctuantes y vagas de una filosofía que, como la flor del campo, hoy existe y mañana caerá; no sólo es suma impruden­ cia, sino que convierte el dogma en una caña agitada por el viento». (A A S , 1950 , pp. 566 - 567 ). Por consiguiente, el camino no está cerrado. Se puede perfec­ cionar la terminología filosófico-teológica, y hasta se pueden in te­ grar nuevos sistemas al servicio de la teología. Pero se exige que se lleve a cabo con la misma seriedad y solidez teológica que lo ha rea­ lizado la filosofía escolástica. Se rechaza claramente la integración de sistemas o nociones vagas e hipotéticas, productos de una filoso­ fía de ensayo. Pío X I I piensa también en los elementos que han envejecido en el s'.stema de la filosofía cristiana, y así, al I I I Congreso Tom ista In ­ ternacional, tenido en Roma un mes después de la publicación de la «Humanis Generis », entre otras cosas le d ijo : « L a filosofía peren­ ne es una obra grandiosa, para cuya edificación a lo largo de los si

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