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222 LA IGLESIA ES UNA COMUNION. interno de esa unión v ita l— sigue reuniendo eficazmente a todos los hombres 10 en la edificación de la Ekklesia de D ios Padre. Comunión eclesiástica, pues, espiritual y visib le a un mismo tiempo, de modo que la bipolaridad de sus elementos — tales como institución y evento, sociedad visible y comunidad espiritual, con estructuras a la vez caris- máticas e institucionales, monárquicas y colegiales— , sean entre sí complementarios y la distinción no implique d ico tom ían. E s preci­ samente por la posesión de todos estos elementos, los visibles y los transcendentes, por lo que la Iglesia se constituye en un todo orgáni­ co y vivien te , en una real comunión 12. L a eclesiología del Vaticano I I , escogiendo la base sacramental de la regeneración cristiana «común» a todos los fieles, con preceden­ cia a la consideración del vértice también sacramental de «aquellos» llamados a ejercer un m inisterio jerárquico, es decir, considerando la comunidad eclesial en su totalidad, partiendo de la existencia cristia­ na de los regenerados en C risto , los cuales forman entre sí todos ju n ­ tos, desde el Papa al último fiel, una comunidad de fe, esperanza y amor I3, reconocía también — no podía ser de otra manera— la prio­ ridad de la dimensión espiritual y sacramental de la Iglesia sobre su dimensión social e institucional. L a Iglesia es, pues, una comunión de hombres sumergidos por su fe en Cristo en la dinám ica trin ita ria . 2 . La «commanio fidelium» y su doble dimensión Ig le sia : comunión en Cristo — acabamos de decir— de los que creen en C risto . Esa comunión de los fieles al servicio de los hombres se realiza, pues, en un doble sen tido : una dimensión horizontal, por la que se abrazan todos los que profesan la misma fe y en la que unos son constituidos en servicio de los otros y una dimensión vertical, mediante la cual todos esos creyentes son alimentados por la gracia y los dones recónditos de la d ivina T rin id a d . L a una viene posibili­ tada por la otra. Y nada mejor para ilustrar esa comunión ve rtical con 10. LG II, 13. 11. A nton A., Primado y colegialidad, BAC, Madrid, 1970, p. 38. 12. T hils G., De Concilii Vaticani II Ecclesiologiae momento oecu- menico, en Acta Congressus..., o.c., p. 743. 13. LG I, 8. 14. LG III, 18.

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