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2 6 0 LA IG LESIA ES UNA COMUNION. Siendo la comunión jerárquica un elemento constitutivo de la Iglesia de C risto , se da en ella desde los orígenes apostólicos, cierta- m en te; su realización concreta, no obstante, ha sido diversa y v a ­ riante en el curso de los siglos. Conviene por lo tanto establecer una distinción entre aquellos elementos esenciales de la m isma, y por lo mismo inmutables, y los elementos añadidos en el decurso de la h is­ toria, para mejor adquirir una noción de comunión auténticamente evangélica que, purificada de escorias y anacronismos, responda me­ jor a las exigencias de la presente situación histórica. Será ella la que habrá de llevar a feliz término las realizaciones prácticas del p rinci­ pio de colegialidad, la que lleva ínsita en sí misma la solución de la tensión episcopado-primado en las perspectivas ya explicadas de la relación Iglesia universal-iglesias particulares, como ya previo el S í­ nodo 1969 , y ella la que habrá de regir futuras relaciones entre la Sede de Pedro y las conferencias episcopales de los diversos países n6. Será la Comunión jerárquica, la que, en de fin itiva , en base a la cons­ titución d ivina del poder eclesial, garantizará una auténtica unidad y una auténtica diversidad, sin caer, por un lado, en la unificación o cen­ tralización n i, por otro, en un episcopalismo atomizante y desintegra­ dor, ambcs igualmente amenazadores de la auténtica unidad y cato­ licidad de la Iglesia. 3 . La comunión jerárquica al servicio de la comunión Iglesia-mundo Apuntamos más arriba los aspectos dinámicos de la comunión eclesial en una perspectiva de servicio a sí m isma, a las iglesias y a todos los hombres m. E n efecto, el sacramento eclesial de la comu­ nión equilibra la tensión entre dos campos de fuerzas, las centrípe­ tas de cohesión interna y las centrífugas de expansión, en la tenta­ tiva de transformar — decíamos— la commumo fidelium en una com e società -perfetta, o.c., p. 282. N o se ría así en lo s la ico s — p o r m á s r e cto re s q u e s e a n d e c om u n id a d e s e cle s ia le s— a n o ser p o r u n a e s p e cia l c o n c e s ió n e p is c o p a l (v g r. en tie rra s d e m isió n ). T e n d r íam o s e n to n ce s p a r tic ip a c ió n e n el e lem e n to e x te rn o d e la com u n ió n je r á r q u ica , p e r o n o en el in te r n o p r o v e n ie n te d e l d o n d el E sp íritu S a n to en el s a cram e n to d e l O rd en . 116. C í. Hamer J., Esercizio di p o tere, un ità nella libertà e servizio alle com u n ità locali : il sign ifica to d elle c o n fe re n z e episcopali, en Crisi del p o ­ ter e nella Chiesa e ..., o.c., p p . 185-196. 117. Cf. n , 3: a, b, c „ pp. 7-13.

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