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LUIS BUSQUETS I GRABULOSA 2 5 7 Mons. Ph ilip s, en la I V Congregración general del mismo, interve­ nía diciendo que todavía falta mucho camino por recorrer para pro­ mover la colegialidad según las exigencias de los tiempos. «Fa lta deli­ m itar aún — decía— el significado de la comunión jerárquica, que no toca solamente al Papa y a los obispos, sino también a los patriarcas, a los metropolitas y a otros constituidos en autoridad 107. De hecho, mientras el Esquema introducía la idea de «comu­ nión jerárquica» al hablar de la comunión entre los obispos — expli- citando, en cierto modo, al Vaticano I I , al d istingu ir claramente la estructura interna o sacramental y la externa o social en la misma, la Relación dedica un párrafo a la comunión de obispos y otro a la comunión jerárquica, de tal modo que uno y otro concepto se cla rifi­ can mutuamente. A s í, podemos decir que el primero se refiere más al ser ontològico del episcopado, mientras el segundo a su obrar. Uno es obispo por su consagración episcopal y , pues, por el don del E sp í­ ritu partícipe del triple munus’ de C risto , pero uno actúa y ejerce co­ mo obispo en coordinación con sus hermanos en el episcopado, en co­ munión, pues, con la Cabeza y los miembros del cuerpo episcopal. De actuar por su cuenta, contrariamente al pensar del Colegio, dejaría ip ­ so facto — lo hemos dicho ya— de pernenecer al cuerpo episcopal y , por tanto, de poseer, al menos legítimamente, su oficio de santificar, y ciertamente de enseñar y g u ia r108, que por constitución d iv ina no pueden ejercerse si no es en comunión con la Cabeza y los miembros del Colegio. Esta comunión es la que viene calificada de jerárquica, expresión que pretende dejar claramente de manifiesto los dos elemen­ tos que se dan en e lla : el interno y espiritual proveniente del sacra­ mento del O rden, y el externo o social, proveniente de la debida coor­ dinación con la potestad de la cabeza y los otros miembros de esa co­ munión. Esta comunión jerárquica, en cierto sentido, presupone la comu­ 107. 16 d e o ctu b re d e 1S69, c f. C aprile G ., o . c ., 128. R e p e tiría p r á c ti­ c a m e n te lo m ism o en la c o n fe r e n c ia d e p re n s a qu e tu v o d o s d ía s desp u és. 108. A lg u n o s a u to re s o p in a n qu e e n u n a h ip ó te s is s em e ja n te p e r d e ­ ría sólo la p o te s ta s ju r is d ic tio n is (e n s e ñ a r y re g ir) y n o la p o te s ta s o r d i­ n is i L G 22 ta m b ié n a firm a qu e el C o le g io e p is co p a l su ce d e al a p o s tó lico só lo re s p e cto a l m a g iste rio y a l ré g im e n p a s to ra l. B a sa d o s en M crsdof o . c ., 167-8, y a d im o s m á s a rrib a n u e s tra o p in ió n so b re la u n ifica ció n d e p o ­ te sta d e s, v e rifica d a , al m e n o s im p lícitam e n te , en el V a tic a n o II.

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