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LUIS BUSQUETS I GRABULOSA 2 4 7 el peder se posee solo si se ejerce como miembro de esta comunión. Por esto el obispo no puede enseñar y guiar ( L G I I I , 22 ) sino en cuan­ to partícipe de esta comunión con la cabeza y los miembros de todo el cuerpo episcopal. Quien obrara por su cuenta fuera de esta comu­ nión, ipso facto dejaría de formar parte del Colegio episcopal. Se de­ duce, pues, que esa comunión entre el poder de la cabeza y de los de­ más miembros del cuerpo episcopal fue voluntad misma de C risto . Como dice A . A n tó n : «Esta comunión de los obispos, siendo en sí de naturaleza espiritual e interna, constituye el fundamento de teda otra actividad de los obispos en sus respectivas iglesias locales y en la Iglesia universal. Para que la comunión de los obispos pueda realizarse socialmente en la Iglesia, además de esta base sacramental e interna, se requiere una estructura externa y social, la cual nace mediante la misma incorporación legítima en la comunión de los obis­ pos, realizada de modo jerárquico por voluntad de Cristo desde el tiempo de los apóstoles» 7\ E l concepto de «comunión jerárquica», que analizaremos en un apartado especial, ayudará a completar, bajo otras luces, todo lo d i­ cho hasta aquí. Contentémonos, al término de este apartado, con un comentario sucinto de los puntos de esta Nota susceptibles de una mayor controversia 80 y con una breve reseña ind icativa de aquellos que la Constitución no ha querido d irim ir. Respecto al n . 1 de la Nota explicativa praevia, nada hay que re­ quiera explicación, a no ser en la primera de las dos últimas proposi­ ciones añadidas por la comisión, a ú ltim a hora, a instancias del Papa. Esa «transmissionem potestatis extraordinariae» va referida a la in ­ falib ilidad personal y a la jurisdicción universal que ciertas concep­ ciones tardías otorgaron a los Doce. No deja, hoy por hoy, de ser un anacronismo. E n cuanto al último párrafo del n . 2 tan sólo pretende ser una clarificación para quien desee interpretar correctamente unos textos de Pío X I I y Juan X X I I I que, por su redacción, aparecen co­ 79. A n tó n A., P rimado y colegialidad, o.c., p. 62. 80. M on s. P h ilip s, c o n tr a el p a re c e r d e o tr o s com e n ta r is ta s , ta le s c o ­ m o S ch ille b e e ck x , J o u rn e t, etc., lo s cu a le s o p in a n q u e la N ota es u n a e fe c ­ tiv a r e s tr ic c ió n d e l te x to c o n c ilia r , s o s tie n e que, p o r im p re s io n a n te que p a re z ca , n o a p o rta a l te x to v o ta d o en el C o n cilio n in g ú n e lem e n to n u e v o. C f a.c., p. 70. L o m ism o en o.c., p. 283. A ese re s p e cto , cf. O liv a r e s E., A n á ­ lisis e in terp reta ció n de la “ Nota exp lica tiv a p ra ev ia ’', en “ E st. E cl.” 42 (1967) 183-205.

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