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LUIS BUSQUETS I GRABULOSA 241 tonces, ¿recibe con la plenitud del sacerdocio no sólo la potestas or' dims (poder de orden) sino también la potestas jurisdiction s (poder de gobierno)? Más a ú n : con la doctrina del episcopado, Papa y obis­ po ¿pueden existir como dos sujetos de Suprema Potestad en la Igle­ sia? y tod a v ía : la autoridad atribuida al colegio episcopal ¿no lleva consigo el peligro de dejar en menoscabo la autoridad primacial? H e ahí tres interrogantes que intentan sintetizar la maraña de cuestiones suscitadas por la eclesiología conciliar. E n seguida intenta­ remos analizarlos y responder a los mismos. Adelantemos desde aho­ ra que, en lo que hace al sujeto de suprema autoridad en la Iglesia, el Vaticano II no ha querido definirse, dejando la discusión a los teólogos; respecto a nuestra orimera interrogación, en cambio, la N o ­ ta explicativa praevia, añadida ai fina l de la Constitución sobre la Iglesia, ha pretendido dejar fuera de dudas aún a aquellos juristas más escrupulosos; en cuanto al tercero, intentaremos exponer con claridad y concisión prerrogativas del sucesor de Pedro, así como las relaciones mutuas entre la cabeza y los miembros de un mismo cuer­ po episcopal, según pueden deducirse de la Lumen gentium. T e n ie n ­ do en cuenta que el problema ha sido explícitamente el objeto de dis­ cusión sobre el que ha debatido el Sínodo Extrao rd ina rio habido en Roma del n al 28 de octubre de 1969 , dedicaremos un párrafo al mismo, para mejor captar sus aportaciones. L a axiología alrededor de la cual girará la solución a esas cues­ tiones vendrá dada, una vez más, por el concepto de ’comunión’ , que empapa, por así decir, todo el capítulo, y al que, a últimas instan­ cias, se le había de añadir el calificativo de ’jerárquica’. A pesar de la ambigüedad que parece encerrar a primera vista el doble térm ino, el Sínodo Extrao rd ina rio al que nos acabamos de referir, lo había de tomar muy en cuenta, reajustándolo en sus debidas proporciones67. 67. E l tem a p r o p u e s to p o r el P a p a , com o es sa b id o , fu e el d e lo s la ­ zo s d e u n ió n d e la s C o n fe r e n c ia s e p is co p a le s c o n la S ed e A p o s tó lica , así com o d e la s C o n fe r e n c ia s e p is co p a le s e n tre sí. M u ch a s C o n fe r e n c ia s e p is ­ c o p a le s h a b ía n p e d id o u n a m e jo r e x p lic a c ió n d e la e x p re s ió n “ com u n ió n je r á r q u ic a ” d e l C o n cilio (a s í: B é lg ica , A lem a n ia , Z am b ia , C.E. d e l P a c í­ fico, E sp a ñ a , P a k is tá n , T a n z a n ia , A u stra lia , I n d ia ... C f.: R ésum é d es p r o ­ p osition s d es C o n fér e n c es ép iscopa les, en “idoc in te r n a tio n a l” 8 (1969) 23 ; p o r lo visto, u n a in d is c r e c ió n lle v ó el d o c u m e n to a la lu z p ú b lica . L a e x p re s ió n com un ión jerá rqu ica a p a re ce en el Esquema p ro p u esto a e x a -

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