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S a n F r a n c i s c o , l a I g l e s i a Y e l s. X X I Nace enAsís (1182) ymuere enAsís al atardecer el 3deoctu­ brede 1226, ypasa a la historia conel sobrenombre de “el Povere- llo” —de povertá : pobreza—. Porqueesel Pobre, el hermano volun­ tario de toda la creación. Esa fraternidaduniversal, quemiraprin­ cipalmente al hombre, se somete la tierra para desecar el valle de lágrimas, consus guerras, odios, miserias, angustias ydesesperación, transformándolo enmorada de fe yesperanza enla paz y la liber­ tad. La Iglesia tuvounavez tiempo, mucho tiempo, que desperdició. Luego, yenparce por ello, vinieronla apostasía, el cisma, la refor­ ma, el comunismo. Hoyapenas lequedacartaalgunaquejugar,pues por suabsentismo se handesencadenadomovimientos políticosocia- les para realizar, con radio planetario, exigencias del evangelio —¡pero sin Cristo!—valiéndose de la ayuda de un sustitutivo de religión. Los cristianos se han dejado arrebatar el fuego de Pente­ costés por el socialismo enEuropa, y por el comunismo enChina. Europarenunció a la direcciónespiritual de los pueblos, después de haberlo rehusado implícitamente la Iglesia. Y los pueblos han da­ dooídos a los profetas que les parecíanmás próximos al evangelio. Sí el maoismo es una amenazade dominiouniversal es por haberse sabidoaliar conlapotenciamundial delapobreza. Porque el deés­ ta es el primado que cuenta en las postrimerías del siglo XX. Sólo el ejemplodel PoverelloofrecealaIglesiaunarampadelanzamien­ to para la recuperación del tiempo perdido y a tono con los signos de los tiempos. Profetisas del Poverello En la épocadel poder políticouniversal del papado se apareció

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