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138 NOTAS SOBRE LA ESTRUCTURA DEL CUARTO EVANGELIO la vida) ; fórmula con predicado ( 6 , 3 5 - 5 1 : yo soy el pan de vida ; 1 5 , 1 . 5 : yo soy la vid verdadera ); fórmula absoluta ( 6 , 2 0 : carácter teo- fánico; 1 8 , 5 . 6 . 8 : carácter teofánico). Sin querer forzar excesivamente la estructura vemos cómo al bautismo de agua y al nuevo vino corresponde el «camino, la verdad y la vida», la vid verdadera: al templo reedificado, al nuevo naci­ miento corresponde la resurrección y la vida; al dueño del sábado, al verdadero médico corresponde la luz del mundo, el buen pastor; y fi­ nalmente, al interior del mismo discurso, al pan verdadero correspon­ de el pan de vida. 2 . Un todo estructurado Hasta ahora hemos considerado el cuarto evangelio como divi­ dido en siete núcleos. En este punto debemos intentar universalizar un poco nuestra lectura y considerar el libro en su unidad. Poco nos puede ayudar, a este propósito, el fijarnos en la introducción y en la conclusión. El cuarto evangelio presenta una conclusión, pero su in­ troducción tiene unas características propias que la hacen de poca ayu­ da para nuestro intento. Se ha señalado una inclusión que reúne los cap 1 - 1 2 . El prólogo ( 1 , 1 - 18 ) y la incredulidad de los judíos ( 1 2 , 3 7 - 50 ) constituirían la in­ troducción y la conclusión de la primera parte del evangelio. Esta in­ clusión es cierta y pertenece al tercer estadio redaccional, pero como ya he indicado a este respecto, no debe impedirnos el descubrir otras unidades también presentes. La única consideración que puede permitirnos considerar el evan­ gelio como unidad, creo que es el fijarnos en la inclusión formada por una semana inaugural, al principio, y la semana pascual, al final. La división de Boismard 30 de la semana inaugural me parece ex­ cesivamente basada en el contenido y no en elementos literarios. Si­ guiendo éstos, hay que distinguir, en primer lugar, el prólogo ( 1 , 1 - 18 ) que introduce al mismo tiempo todo el evangelio y el primer núcleo, sobre todo con su alusión al Bautista. A partir de aquí hay un primer episodio en Betania, seguido de varias indicaciones temporales: al día 30. Du Baptême à Cana, L ectio divina 18 .Paris 1956.

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