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ENRIQUE RIVERA DE VENTOSA 85 tres elem en to s señ a lad o s p o r él, a cep tam o s ín te g ram en te tan sólo lo que d ice re sp e cto del p rim e r m om en to de la d ia lé ctica , c om o e le ­ v a ción h a sta la idea. P o r el con tra rio , el p resupuesto que seña la p a rece subrayar en dem a sía la im p o r ta n cia de lo com u n ita r io y s o ­ cia l en la m a rch a del p ro ce so d ia lé c tic o y el segund o de los m om en ­ tos de la d ia lé ctica p a re ce m ás b ien un a se cu en cia y d e riv a ción del p rim ero. En éste, según nu e stro pa recer, está la esen cia de la d ia ­ lé ctica p la tón ica . Desde P la tón h a sta el P. G ra try u n o de lo s g r a n ­ des p rob lem a s de la filo so fía o c cid en ta l va a con sistir en h a lla r el itin era rium de la m en te que in ten ta a scen d e r de lo sen sib le a lo e s­ p iritua l. Este itin era rium , com o m é to d o a scen sion a l, es el n e rv io de la d ia lé ctica p la tón ica que será p a trim on io com ú n de los p la tón ico s de tod o s los tiem p o s: P lo tin o , San A gu stín , San B uenaven tu ra , F ray Luis de L eón , P. G ra try , e tc ... C uando en el éxtasis de Ostia, A gu stín y su m ad re M ón ica , a so ­ m ad o s al p an o ram a de la tierra desde u n a v en tan a , a scien d en por las crea tu ra s ha sta la d iv ina esen cia , son dos a lm a s que u tilizan la d ia lé ctica y le n g u a je p la tón ic o s pa ra in te rp re ta r su sub lim e v iv en ­ cia cristian a 3. D e San F ra n c isc o e scribe su m e jo r b ió g ra fo , S an B uenaven tu ra , que h a cía de toda s las cosa s “ esca la pa ra sub ir a D io s” *. No tuvo el S an to de Asís esta v iv en cia esp iritu a l b a jo in flu jo a lgun o p la tón ico . P ero el d o c to r fra n cis c a n o , au n an d o su p ied ad con su cien cia , ve es­ te cam in o de a lta m ística cristian a m uy en c o n c o r d a n c ia con las ideas ejem p la re s que P la tón en tre v io en un m u n d o que cae fu e ra del ám ­ b ito de lo s s e n t id o s 5. 3. Confess.. IX. c. 10 n. 23-25. Sobre el lenguaje neo-platónico usado por San Agustín en esta descripción cf. A. MANDOUZE, V ex ta se d’Ostie. Possibilités et limites dé la méthode des parallèles textuels, en “ Augusti- nus Magister” , I, 67-84. 4. Leyenda de S. Francisco, IX. Trad. españ. en San Francisco de Asís, 3 ed. (BAC) p. 586: “ Por la contemplación de los magníficos espectácu­ los de la naturaleza se elevaba (San Francisco) a su primera Causa y ori­ gen. En los seres hermosos admiraba la belleza infinita del Hacedor; y por los vestigios impresos en las cosas, encontraba doquiera a su Amado, formándose de todos los seres una escala misteriosa, por la que subía hasta Aquél que, en expresión de los Cantares, es amable y dulce a la vez. A impulsos de su indecible devoción, percibía la bondad infinita de Dios en cada una de las creaturas como en otros tantos arroyuelos que manan de aquella fuente inagotable” . 5. El platonismo de San Buenaventura está pidiendo su historiador. A falta de éste podemos citar a algunos comentadores que han reflexio­ nado sobre la vinculación del doctor medieval al filósofo griego: J.- M. BISSEN. L’exemvlarisme divin selon saint Bonaventure. Paris, 1929; T.

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