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ALEJANDRO DE VILLALMONTE 11 cultades de la ciencia frente a la concepción tradicional sobre el ori gen y situación de la humanidad primordial se hacen más urgentes y concretas al discutirse el problema del monogenismo o poligenismo en cuanto al origen de la especie humana. Las discusiones y estudios de los teólogos se multiplicaron desde entonces hasta nuestros días 15. A medio camino entre aquellas discusiones y las actuales encontra mos la declaración pública y relativamente solemne de Pío XII sobre el poligenismo en relación con la fe católica: en cuanto a la hipótesis del poligenismo, los creyentes no gozan de la misma libertad; ya que no aparece cómo esta opinión pueda armonizarse con las verdades que las Fuentes de la revelación y el Magisterio de la Iglesia proponen acerca del pecado original, que procede realmente del pecado cometi do por un solo hombre, Adán, y que por la generación se transmite a todos y se hace propio de cada uno 16. Son conocidas las posturas de los teólogos a raíz de esta intervención del Magisterio i;. Posteriormen te va abriéndose paso la idea de que el origen monogenético o polige- nético del género humano es una cuestión puramente científica; y los científicos pueden libremente discutir en un sentido o en otro, según 15. Interesa tener en cuenta la actitud del Magisterio de la Iglesia en medio de estas discusiones. Puede verse al respecto M. F L I C K - Z. ALS- Z EGH Y , ob. cit. pp. 275-339. Z. A LSZ EGH Y , Evolucionismo y Magisterio de la Iglesia: “Concilium” 1967, 366-373. José Antonio D E ALDAMA El evolucionismo antropológico ante el magisterio de la Iglesia: Evolucionis mo en Filosofía y Teología, Barcelona lyo 6 , pp. 237-252. 16. Después de concede, una legítima libertad a los teólogos para de fender el evolucionismo respecto del cuerpo humano y salvar la acción creadora de Dios respecto del alma (“animam enim a Deo immediate creari catholica fides nos retiñere iubet”) añade sob e el poligenismo: “cum vero de alia coniecturali opinione agitur, videlicet de polygenismo, quem vocant, tune Ecclesiae filii huiusmodi setentia minime fruuntur... cum nequaquam appareat quomodo huiusmodi sententia componi queat cum lis quae fontes revelatae veritatis et acta Magisterii Ecclesiae propo- nunt de peccato originali, quod procedit ex peccato vere commisso ab uno Adamo, quodque generatione in omnes transfusum, inest unicuique pro- prium” DS. 3397. 17. Muchos recibieron las palabras de Pío X I I en actitud negativa, cerrada: no es lícito defender el poligenismo, es incompatible con el dog ma del pecado original. Otros vieron que la puerta quedaba positivamen te abierta a futuras investigaciones. Puede apreciarse esta diversidad de criterios en las publicaciones de la época. Por vía de ejemplo, A. A. E S TEBAN ROMERO , La repercusión que ha tenido la encíclica ‘‘Humani G e - neris” y comentarios que ha suscitado: X I Semana Española de Teología (sept. 1951) Madrid 1952, pp. 1-160. K . RAHNER , Consideraciones teoló gicas sobre el monogenismo, Escritos de Teología I, Madrid 1963, pp. 253- 324. E l original alemán es del año 1954. VAR IO S AUTOR ES en la obra en colaboración “El evolucionismo en filosofía y teología ”, Barcelona 1956.
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