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ALEJANDRO DE VILLALMONTE 73 ¿ c óm o justificam os la seriedad de su v olun tad salvadora respecto de to d o s ? En e fe cto , tod os los h om b res, desde los prim eros casos de au­ tén tica h om in iza ción , desde qu e com en za ron a existir en el m u n d o h om bres consustanciales con nosotros y con Jesús d e N aza ret, están ordenados al fin sobrenatural c om o a fin ún ico de su v id a . Pero al m ism o tiem p o llegan a la existencia desposeídos de lo qu e pudiéram os llamar la d ota ción ind ispensable para cam inar, cual con v ien e a perso­ nas humanas, hacia la con secu ción de ese f i n : llegan sin gracia, sin posibilidad interna para consegu irla y v en d id o s a los poderes del mal, al pecado. C om o ya ind icam os más arriba, se trata aqu í de un caso más en el p rob lem a general de la aplicación con creta d e la v o lun tad salvífica de D io s, de la d istribu ción d e las gracias. Entram os aqu í en un tema qu e, desde cualqu ier perspectiva qu e se le estudie, sea en la teoría tra­ d iciona l o en cualqu ier otra qu e se ofrezca , siempre resulta m isterioso. T o cam o s el M isterio d e D ios en su esencia p u r a : el m isterio d e su vo* lun tad qu e elige librem en te y d istribu ye libérrima y gratu itam en te las gracias, en la fo rm a qu e q u ie r e ; precisam ente, porqu e se trata de distribu ir gracias. L o ún ico qu e leg ítim am en te d eb e exigírsele a la te o ­ ría por nosotros expuesta es qu e n o agrave innecesariam ente el p rob le ­ ma ya existen te. Y esto creem os qu e lo h em os log rad o satisfactoria­ m en te. Para aclarar nuestro pensam ien to nos servim os de n u e v o d e la com pa ra ción entre la hum an idad prim ordial y la hum an idad in fan til y la situación teológ ica de ambas respecto del sobrenatural y de la d is­ tribu ción d e la gracia. N o necesitam os peregrinar hacia los rem otos orígenes para ver en toda su agudeza el p rob lem a d e la d istribu ción de la gracia y d e la salvación d e los seres hum anos inm aduros. Pues, en e fe cto , la inm adu rez hum ana fisiológica , cultural, social, h istórica, es el rasgo en qu e con v ien en am bos tipos de seres hum anos. E l p rob le ­ ma d e la salvación d e los n iñ os qu e mueren antes d el bau tism o y del uso de la razón , es decir, en recon ocida inm adu rez natural y teológ ica , el saber c óm o se les aplica a ellos la v o lun tad salvífica de D io s, es cues­ tión — en ú ltim a instancia— insoluble. R econ o cem o s c om o valiosos los esfuerzos qu e la teolog ía ha h e ch o y hace en este s e n tid o ; pero pensa­ m os qu e la Palabra de D io s n o con tien e datos suficientes para llegar a una solu ción con creta y aqu ietan te del p roblem a. T en em o s qu e c o n ­ 4

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