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70 ADAN NUNCA FUE INOCENTE las que llega la exégesis de Rm 5 , 1 2 - 2 1 . F inalm en te, los criterios her- m enéu ticos, aplicados con éx ito al estudio de los tex tos b íb licos, han sido aplicados tam bién atinadam en te a la in terpretación de los d o c u ­ m en tos del M agisterio en los con cilios Cartaginense y T r id e n tin o respectivam en te. E l resultado g loba l y final ha sido la total d esm itiza ción de la figura de A d á n y la elim ina ción de la qu e v en im os llam ando te o lo ­ gía d e A d á n . N o tiene consistencia n in guna a n iv e l de teolog ía cien - tífica. P odem os, y en casos debem os, seguir hab lando d el m ito de A d á n ; pero nunca de la teo lo g ía de A d á n . Este m ito recib ió varias form u lacion es y desem peñ ó su fu n ción a lo largo d e la trad ición b íb li­ ca y eclesiástica hasta nuestros días. Puede seguir siendo útil en el n i­ vel cultural y de lenguaje qu e le es p rop io. P orqu e nosotros, al ca lifi­ car d e m ito la d octrina b íb lica y tradicional sobre A d á n , al hablar del m ito adán ico en v e z de la teolog ía de A d á n , n o dam os a la palabra m ito n in gún sen tido p ey ora tiv o de leyenda , cu en to, o fantasía p oé ti­ ca. E l m ito es un gén ero literario v á lid o para expresar las verdades más profundas : las verdades religiosas naturales y las reveladas o so­ brenaturales. C om o repite constan tem en te R icoeu r, el «m ito da qu é pensar». Este de A d á n , por ser un m ito religioso, con tien e estímu los m u y vivaces para la reflex ión teológ ica sobre el orig en del mal en la hum an idad . Pero, la teolog ía cien tífica, cuand o qu iere expresarse en lenguaje y al n iv el crítico qu e le es p rop io, n o d ebe apoyarse en el m i­ to, sino solam ente en aquello que la Palabra de D io s qu iere d ecir y d i­ ce al h om b re en o rd en a p rovoca r su fe , esperanza y am or a D ios. El m ito d e A d á n ha sido fe cu n d o en form u la cion es tan to fuera com o d en tro de la trad ición religiosa -teològica cristiana. T am b ié n es susceptible de muchas in terpretaciones ®. Por nuestra parte ya hem os señalado la incapacidad de este m ito para convertirse en base para una enseñanza positiva acerca d el m o d o con cre to cóm o c om en z ó la h isto ­ ria d e salvación . N a d a sabemos d e los prestigiosos y d iv in o s orígenes, sino en cuan to están asum idos en el ahora y en el fu tu ro de C risto para nosotros. La Palabra d e D io s n os da noticias seguras sobre el m o ­ 88 . Puede verse P. RICOEUR, Finitud y culpabilidad, espec. pp. 543- 607. L. ROBBERECHTS, Le mythe d’Adam et le p éch é originel, Paris 1967. También las referencias de H. RONDET, Le péch é originel dans la tradi­ tion patristique, Paris 1967, pp. 229-306. L. CENCILLO, M ito. Semántica y realidad, Madrid 1970; palabra “ hombre” , en el indice.