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ALEJANDRO DE VILLALMONTE 6 9 teo log ía d e A d á n se agrupó en torn o a los temas d e la eleva ción del primer h om b re al estado de santidad y justicia, la posesión por A d á n de los don es preternaturales, la perfección de la naturaleza y de la v i­ da de A d á n en el pa ra íso; así com o su pecado qu e causó la ruina es­ piritual personal y la de todos sus descendien tes. La teología de A d á n , además de estos aspectos estudiados por los teó log o s sistemáticos, tu v o tam bién gran vitalidad en el terreno d e la teología m ística, de la teolog ía espiritual cristiana. U n o de los grandes ideales de los m ísticos cristianos fu e siempre, durante siglos, el retorn o al paraíso com o estado de perfección suprema accesible al h om b re v iad or, com o ap rox im a ción a la visión beatifican te de D io s en el R e i­ n o de los cielos. A d á n en el paraíso se con v irtió en p ro to tip o d e la v i­ da de in tim idad con D io s a qu e ha de aspirar el varón espiritual, el cristiano perfecto. Sobre to d o , ba jo este a s p e c to : A dan es, m od e lo de la vida del va rón con tem p la tiv o , d ed icad o tota lm en te a la c on tem ­ plación de las cosas d ivinas y m od e lo tam bién en relación d el h om bre con tem p la tiv o con la naturaleza, cu y o d om in io espiritual llega a re­ cuperar 87. En el siglo X V I I I com ienza una crítica «d iso lv en te » de la fig u ­ ra teológ ica d e A d á n , qu e llega hasta reducirla, en nuestros días, a sus lím ites originarios y qu e le son d e b id o s : A la categoría d e un m ito a n trop o lóg ico tenden te a exp licar el origen del mal (pecado, muerte, su frim ien to hum ano) en el m u n d o . E l prim er paso im portan te en es­ te sen tido lo habría d ad o E . K an t con su in terpretación sim bólica y secularizada d e la figura de A d á n en el paraíso y de la transgresión d e qu e habla G én 2 - 3 . D esde m ed iados del siglo X I X , según m en ­ cionábam os al p rin cip io, aparece el ev olu cion ism o cien tífico, con sus afirmaciones sobre el orig en de la especie hum ana y la posibilidad del p oligen ism o. E l m ism o pensam ien to filosófico se im p regna de energía ev o lu tiva y de h istoricism o. P or primera v e z en la historia se logra un c on o cim ien to realm ente cien tífico , crítico, te o ló g ico , seguro y so­ brio sobre el con ten id o realm ente sustan tivo, de fe , encerrado en los relatos de G én 2 - 3 referentes a los orígenes de la historia de salvación. S on tam bién nuevas y distintas de la tradicional las con clu sion es a 87. Hace unos años volvió a dar importancia a este tema A. STOLZ, Teología de la Mística, Madrid 1951, pp. 31-53, especialmente. G. M. CO­ LOMBAS, La espiritualidad del monacato prim itivo: Historia de la Espi­ ritualidad. Barcelona 1969, I., 500-603, espec. 575-585.

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