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68 ADAN NUNCA FUE INOCENTE ta ». La idea de la b on dad inicial de la creación la subrayó más ad e­ lante, re con ocien d o la razón qu e tenían los pelagianos al afirmar con ah ín co esa v erdad . A h o ra b ien , para exp licar la cualidad ex cep ciona l del primer pecado, qu e in trodu jo el mal en el m u n d o , A gu stín des­ cribe con gu sto la ex cep cion a l perfección con qu e D io s creó a A d á n en el p a ra íso : recibió la santidad y justicia, la rectitud p e r fe c ta ; era h ijo d e D io s a d o p t iv o ; p oseyó el d on d e la in ocen cia , el d o n d e la in ­ m ortalidad corpora l, la ex en ción d e la con cup iscen cia p e cam in o sa ; es­ taba libre de las taras de la ign oran cia y d ificu ltad para el b ien . Su in tim idad con D io s era tan perfecta qu e A d á n en el paraíso n o n ece­ sitaba de m ed iador para llegarse a D io s. S ólo así se com p ren d e qu e el pecado d e A d á n fuese ex cep cion a lm en te grave y qu e trajese la m u er­ te del alma y tod o s los males sobre la hum an idad . F iel a su p rin cip io de qu e el p ecado sólo está en la v o lu n ta d , lo aplica tam b ién al pecado origina l qu e tod o s los h om b res heredan d e l prim er p a d r e : tod o s son pecadores porqu e tod os pecaron en é l; en la v o lu n ta d d e A d á n esta­ ban de a lgún m o d o las v olun tades de tod os los h om b r e s : en la mala v o lun tad de A d á n pecaron tod os, cu and o tod os eran un o solo con él. T o d o s estaban con ten id os en A d á n «p e r rationem sem ina lem » y así tod o s pudieron pecar y pecaron en él La teolog ía de A d á n tal c om o la presenta San A gu stín tiene ya tod os los rasgos fundam en ta les con qu e es cu ltivada en la teolog ía o c c i­ den ta l, in cluso por los grandes escolásticos S6. E l con cilio T r id e n tin o m an tiene esta teolog ía en lo qu e consideraban sustancial en to n c e s : posesión d e la santidad y justicia, d e los don es preternaturales y de la capacidad para p od er perder este estado para sí y para sus d escen ­ d ien tes por el p ecado orig ina l «o r ig in a n te », co lo can d o a la hum an i­ dad entera en estado d e p ecad o original (orig inado). En la época postriden tina, al sistematizarse la d octrina sobre los com ien zo s del m u n d o y de la historia de salvación en el tratado D e D e o crean te e t e lev a n te, el c on ju n to d e afirmaciones referentes a la 85. No interesa aquí un estudio directo y especifico de la teología de Adán en san Agustín. Por eso nos remitimos a estudios realizados, espe­ cialmente a J. GROSS, ob. cit., I, en los cap. dedicados a san Agustín. Abundantes textos referentes al tema pueden verse en F. MORIONES, Enchiridion Theologicum sancti Augustini, Madrid 1961, nrs. 712-973. 86 . Puede servir como testimonio la serie de preguntas que san Bue­ naventura, siguiendo la temática de su tiempo, se hace sobre Adán en el estado de integridad o de inocencia, II Sent. d. 16-24 y 29-30.

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