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ALEJANDRO DE VILLALMONTE 57 sin verse ob lig a d o a afirmar la posesión por A d á n de la santidad y ju sticia ? Y si se encuen tra otra form a de explicarlos sin recurrir a un A d á n en estado de in ocen cia ¿ q u é va lor tendrían las afirmaciones de la teolog ía trad icional a este respecto? Despojadas de su fu n cion a li­ dad, n o tendrían razón de ser en sí mismas. D en tro d el m ism o con te x to h istórico en qu e aparece este decreto triden tin o se ha señalado o tro elem en to de re la tiv id a d : La op in ión de E g id io R om an o, je fe de la escuela agustiniana, qu e pensaba que los don es com p ren d id o s en el estado de justicia original le habían si- d o p rom etidos a A d á n , si era f i e l ; pero n o se le habían c on fe rid o de h ech o, por haber pecado. Los Padres de T r e n to con o cen esta op in ión . N o la siguen , pero tam p o co qu isieron condenarla 7S. Estas y otras reflexiones perm iten d ecir a F h ck y A ls z e g h y qu e se salva la in ten ción doctrina l d e l T r id e n tin o adm itien d o la posesión virtual, por parte de A d á n , de la santidad y justicia o r ig in a l79. Sin em ba rg o, esta solu ción creem os qu e se qu eda a m ed io cam in o, es m e ­ ra solu ción d e paso hacia la con clu sión final de una investigación teo ­ lógica crítica y consecuente en este p u n t o : La elim inación de la fig u ­ ra teológ ica del A d á n in ocen te, haciendo ver al m ism o tiem p o qu e con ello en nada se atenta con tra la sustancia de la fe qu e el T r id en tin o qu iere defin ir y con fesar en los m en cionados decretos. Para una recta exégesis y com p ren sión crítica de los d o cum en tos del T r id e n tin o creem os qu e han de aplicarse criterios h erm enéu ticos del to d o similares a los qu e u tilizam os en la in terpretación de los te x ­ tos b íb licos. La crítica textual, la teoría de los géneros literarios, la considera ción de la m en talidad cien tífica, d el am b ien te cultural, de las p reocupaciones religioso-m orales del tiem p o en qu e fu eron redactados los d o cum en to s b íb lico s, han perm itido ob ten er resultados realmente sorprendentes y nuevos. En realidad, la elaboración de un con o cim ien ­ to p rop iam en te cien tífico y crítico de la Biblia qu e los an tiguos no con sigu ieron . Y , precisam ente, fu eron estos d o cum en to s b íb licos, re­ ferentes a los orígenes d e l m u n d o , d el h om b re y de la historia de sal­ va ción , los primeros en ser som etidos a crítica rigurosa. Los resulta­ d os favorab les están a la vista. 78. M. FLICK - Z. ALSZEGHY, Los com ienzos de la salvación p. 362-363. 79. FLICK Y ALSZEGHY, Antropología Teológica, nr 397-402.