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50 ADAN NUNCA FUE INOCFNTE g u n o de los aspectos qu e interesan para el tema de la justicia original qu e, desde lu ego, n o es de im portan cia primaria en la narración. H a y qu e tener en cuenta, en prim er lugar, qu e nadie acepta ya el carácter h istórico, en sen tido p rop io, del relato de G en 2 - 3 respecto a la figura de A d á n y del jardín de delicias en qu e fu e c o lo ca d o 6*. T am p o c o d eb e verse detrás d e cada palabra un m isterio o una ense- ñanza, ya qu e en m u ch os casos se trata de recursos literarios propios de una exp osición popular, catequética y , desde lu eg o, precien tífica y precrítica de verdades religiosas. Este con ten id o religioso es lo qu e hay qu e buscar y defin ir, sin pretender ob ten er in fo rm a ción cien tífica n in ­ guna sobre las con d icion e s de v ida de la hum an idad en sus com ien zo s primeros. N u n ca se pierda d e vista la falta total qu e el h om b re an ti­ gu o (in clu idos los autores de los d o cum en to s b íb licos y d el M agisterio) tenía de una visión cien tífica sobre el origen del m u n d o , d el h om b re, de la historia humana. Falta qu e suplían con exp licacion es ingenuas, p rodu cto espon tán eo, n o elaborado, de la cultura p o p u la r ; y por ello cargadas de elem en tos poéticos, im ag ina tivos, y d e residuos m íticos. T ra tan d o de determ inar la sustancia d e fe , el con ten id o te o ló g i­ co de la narración, lo qu e D io s, de v erdad , qu iso decir aqu í a los h om ­ bres en orden a su salvación , se ha hab lad o del gén ero literario sap ien - cial, e tio ló g ico , de los m o tiv o s de la A lian za , del in flu jo de la literatu ­ ra profètica y escatològica en las enseñanzas de G én 2 - 3 sobre los o r í­ genes. Estos puntos de vista, pensamos, n o han d e tomarse com o e x ­ clusivos, sino c om o com p lem en tarios en orden a una más com p leta v a ­ loración del con ju n to . S irven para poner el relato de G én 2 - 3 en rela­ ción con otros textos b íb lico s qu e tratan a lgun o de los aspectos del problem a, ev itand o el aislam iento de G én 2 - 3 . A sí, algunos pon en de relieve los m o tiv o s d e literatura sapiencial presentes en G én 2 - 3 : D io s llama al h om b re a la Sabiduría, pero el h om b re sedu cido por la fuerza del mal (serpiente, d iab lo, mujer) des­ o y e a D ios y peca. P ierde la sabiduría y es expu lsado del paraíso, sím ­ b o lo de la amistad con D ios. Pero D io s n o le abandona (G én 3 , 1 5 ) y m an tiene su promesa de salvación (G én 3 , 15 ). A s í pensaban los sabios de Isra el65. T am b ién podría tenerse en cuenta el carácter e tio ló g ic o de 64. Puede verse la bibliografía citada más adelante, al hablac de la Teología de Adán, nt. 81, 82, 83. 65. En referencia al carácter sapiencial de la narración, ver espe­ cialmente, A.M. DUBARLE Les sapes d’Israel; Le peché originel dans V Ecriture, ambas en la colec. “Lectio divina” . Del segundo hay trad. esp.,