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46 ADAN NUNCA FUE INOCENTE g io so -m o ra l n o tienen la madurez m en tal suficiente para pon er actos g ravem en te responsables para el b ien o para el mal. L os teó log os se pregun tan , con razón , cóm o este inm en so sector d e la hum anan idad entra d en tro de la e con om ía d e la gracia qu e se n os da en C risto, d en tro de la v o lun tad salvífica d e D io s, universal y seria “ . U n a respuesta con creta y satisfactoria n o la hay , ni parece p ro- bable qu e pueda darse. La solu ción entra d en tro del m isterio d e la v o luntad d e D ios, absolu tam ente libre y gratuita en la form a d e d istri bu ir su gracia. U n icam en te tenem os el recurso a ciertos p rin cip ios te o lóg icos generales, qu e afectan a to d o ser hum ano qu e pueda decirse consustancial con nosotros, los qu e v iv im o s en el tiem p o de C risto y de la Ig lesia : i) T o d o s esos h om bres pertenecien tes a la qu e d e n om i nam os humanidad in fan til están destinados al m ism o fin sobrenatu ral qu e nosotros y sólo en él conseguirán su sa lv a ción : 2 ) T o d o s ellos sin ex cep ción , tom ados un o a un o, entran den tro de la v o lun tad sal vífica verdadera y operan te de D io s ; 3 ) T o d o s están a cog id os y cu id a dos por D io s d en tro de una p rov iden cia sobrenatural. Nada más p o - d em o s d ecir sobre los m ed ios con cretos por los qu e la gracia llega o pu ede llegar a ellos y salvarlos. El paralelismo entre la hum an idad originaria y la hum an idad in fan til creem os qu e es casi p e rfe cto , vistas ambas situaciones lím ite en perspectiva teológica . M ás aún, la hum an idad originaria, tal c om o la h em os presentado nosotros, n o ofrecería n in gú n prob lem a n u e v o al te ó lo g o qu e ha reflex ionado sobre el m o d o cóm o se adm inistra la gra cia de D io s en ciertos m om en tos de la hum an idad in fan til. V a rio s te ó log o s, com o es sabido, consideran qu e m u ch os h om b res, fisiológica m en te adultos, están subdesarrollados en el plan o m en tal, especial m en te religioso-m ora l y , por ello, para la con sideración d e l te ó lo g o en este p roblem a, d eb en ser redu cidos a la c on d ición d e los n iños. T o d a vía en nuestros días podrían encontrarse h om bres, adu ltos para una an trop olog ía cien tífica e incluso tal v e z para la filo s o fía ; pero qu e el te ó lo g o ha d e considerar tan inm adu ros com o los n iñ os. Pues b ien , la 63. El estatuto teológico peculiar de los niños antes de llegar al uso de la razón lo estudia la teologia en varios momentos: al hablar de la vo luntad salvífica universal de Dios, de la que no se debe excluir a los n i ños muertos prematuramente; al hablar de la necesidad del bautismo y del problema que plantea el hecho de los niños que mueren sin él; y, fi nalmente, en la escatologia, al hablar de la suerte de los niños en el “ limbo” .
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