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30 ADAN NUNCA FUE INOCENTE una decisión concreta, llena de caridad, de amor gracioso («agape») hacia los hombres, a quienes quiere dar participación en vida íntima, en Crista. Este es el misterio del cual Pablo tiene conciencia de ser pregonero “ . Esta es la sustancia del «evangelio», de la buena y ale gre noticia que se pregona ante los hombres: que están amorosamen te llamados por el Dios Padre a la participación de la vida divina, en Cristo resucitado *s. En el lenguaje más elaborado de la teología po dríamos decir que este misterio constituye el contenido sustancial de nuestra fe, el fundamento de nuestra esperanza y el motivo radical del amor de caridad hacia Dios y hacia el prójimo. Por otra parte, esta misteriosa decisión del Padre de elegirnos en Cristo cpara alabanza de su gloria», es la que pone en marcha la his toria toda de la salvación y la concomitante historia profana del hom bre y del universo. En efecto, para cumplir Aquél su eterno designio de llevar ante su presencia un Pueblo que le adore junto con Cristo, sumo glorificador de la Trinidad, el Padre llama las cosas todas del nc-ser al ser, crea el universo y en su cumbre al hombre. Como con dición de posibilidad para que el hombre realice el destino sobrenatu ral que ha recibido, Dios le crea a su imagen y semejanza, ca paz de y abierto hacia la vida eterna desde la raíz misma de su es píritu inteligente y libre. Todo el conjunto de acciones y palabras que dan base a la histeria de salvación, las hace y dice Dios para el hombre con este f in: para manifestarse a Sí mismo como fin último y único de la vida humana, y proponerle los medios que el mismo Dios ha arbitrado como necesarios para conseguir el fin, la Vida eterna, según la libre disposición de Dios y la naturaleza del hombre en su condi ción terrenal “ . Dios se revela al hombre en la medida en que, con ac í¿ . Los principios teológicos que utilizamos en esta ocasión son en si mismos comúnmente admitidos y no será preciso detenernos en demos- tia ilo s. Unicamente poana discutirse la aplicación que de ellos vamos a hace: ir.ás adelante. 49. E l kerigma primitivo consistía en la proclamación pública y so lemne de la resu rección de Jesús. Pero, la resurrección misma, como hecho históricc-salvífico, está ordenada a poner de manifiesto que Jesús ha sido ya glorificado, vive una vida gloriosa (eterna y divina) con el P a dre. Cf. ALEJANDRO D E V ILLA LM ON TE, La Teología Kerigmática, B a r celona 1963. 50. Pueden completarse estas ideas en nuestro estudio, El Misterio de Cristo del concilio Vaticano 11 en perspectiva escotista: “Naturaleza y G ra cia ” 13 (1966) 215-268. En este aspecto, la perspectiva escotista, tal como nosotros la exponemos, recoge mejor que ninguna otra el pensa miento del NT.
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