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18 ADAN NUNCA FUE INOCENTE que esta ordenación «implicaba en ellos la posesión actual de una per­ fección real interna, añadida gratuitamente a la naturaleza humana, con anterioridad a toda actitud del hombre, y que le inclinaba a la opción sobrenatural por Dios. La posesión actual de este don (que po­ dría llamarse en la terminología de K. Rahner «existencial sobrenatu­ ral») es la posesión virtual de la gracia santificante, en cuanto está destinado a llevar al hombre, mediante un desarrollo homogéneo, a la posesión actual y personal de la gracia santificante» *. Flick y Alszeghy distinguen netamente la suya de la postura de otros autores que trasponen sencillamente el estado de justicia en su totalidad a una situación escatológica y afirman que el hombre no po­ seyó nunca la perfección paradisíaca de ninguna manera ni, por tan­ to, tampoco pudo perderla por el pecado. Encontramos aquí el último estadio en el proceso de reducción de la doctrina tradicional. En él se llega a la eliminación total de tal estado. Como testigos más o menos explícitamente interesados en esta tesis habría que citar a los teólogos que explican el pecado original identificándolo, al menos en lo esen­ cial, con esa figura teológica que la Biblia llama «pecado del mundo». En esta explicación no tiene razón de ser el hablar de un primer peca­ do de Adán o «adanes», que haya sido causa de la situación pecami­ nosa de la humanidad. El pecado original sería, más bien, una reali­ dad histórica, progresiva, evolutiva. Y si no hubo un primer causan­ te cualificado (lo que la enseñanza tradicional llamaba pecado origi­ nal originante), entonces tampoco hubo un estado previo de justicia original; ya que por todos se reconoce que esta verdad se viene sos­ teniendo en función del pecado originante de Adán, y ésta, a su vez, en función del pecado original originado; que, a su vez, se mantie­ ne en función del dogma básico del cristianismo: la necesidad y uni­ versalidad absoluta de la gracia de Cristo para conseguir la Vida eterna, único destino dado por Dios al hombre. Se ha llegado, pues, por varios teólogos en los últimos años a proponer, en forma más o menos explícita, la eliminación del estado de justicia original, como estado sobrenatural real en que hubieran sido puestos por Dios los hombres en el comienzo absoluto de la historia de salvación y de lá historia humana en cualquier sentido ®. 29»..-F L IC K Y -A L S Z E G H Y * ob. cit., ors. 401. \ \,.7 - 7 ¡ .... • • ‘ . • 4.. . — - • - ti).' 30. A. HULSBOSCH , Stotia del la creazioné, storia de la salvezza:. F i*

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