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3 8 0 VICISITUDES DEL MOVIM IfN -O FENOMENOLOGICO ALEMAN ( Anfänger ) que él veía como una característica del fenomenólogo. Los equívocos aquí existentes fueron los que hicieron posible que al lado de Husserl se reuniese un nutrido plantel de prometedores filósofos jóvenes que veían en esta primera gran obra de la fenomenología una obra decisiva y completaron rápidamente las lagunas aquí existentes, dando así lugar a los dos primeros círculos fenomenológicos: el de Gotinga y el de Munich. Aún aceptando todos de algún modo la re­ ducción eidética, aún aceptando la intuición esencial, todo el proble­ ma estriba en la interpretación concreta de estos puntos. Se separó entonces inmediatamente la fenomenología como método de la feno­ menología como sistema, punto sostenido por todos los fenomenólo- gos d isiden tes 2S, aunque la ulterior evolución de Husserl quiere de­ mostrar más bien que eso no pasa de ser una falacia y un imposible. Uno de los puntos confusos era precisamente que en las inves­ tigaciones no se habla aún de «fenomenología», sino de ((psicología descriptiva». Se puede discutir si el vocablo ((fenomenología» es o no del todo adecuado; el problema estriba en que se usa en un sentido nuevo un vocablo ya viejo que había sido usado profusamente en la filosofía alemana desde su introducción por }. H . Lambert en 1764 pasando por la célebre carta de Kan t a Marcus Herz y por la gran obra hegeliana que lleva por título Phänomenologie des Geistes ; H u s­ serl usaba así un término viejo para algo nuevo 'l(l. De todos modos, el problema es accesorio, porque el término logró imponerse. El hablar de «psicología descriptiva» llevaba consigo la posibilidad de acercar excesivamente la fenomenología a lo que hacían Brentano, Meignon o Stumpf con sus escuelas y, aunque Husserl insistirá mucho en las d i­ ferencias, no parece que entre los primeros discípulos quedase esto del todo claro. Había, por otra parte, la posibilidad de acercar demasia­ do la fenomenología a la psicología «comprensiva» procedente de Dil- they, a pesar de la crítica radical a que lo había sometido Husserl en el aludido artículo de Logos que dio lugar a una correspondencia en­ tre ambos filósofos 31; piénsese ahora en los desarrollos que luego apli­ 29. Valga como ejemplo: "I insist first of all, with considerable force, on the necessity of distinguishing in Husserl the method and the interpretation of this method wich he de­ veloped specially in Ideen I and in the Cartesians Meditations”: RICOEUR, P., Kant and Husserl, en Philosophy Today, 10 (1966) 148. 30. Cf. WAELHENS, A. de, Phénoménologie husserlienne et phénoménologie hégelienne, en Rev. philosophique de Louvain, 52 (1954) 234-249. 31. Publicada por W. Biemel en ed. bilingüe en Rev. de Filosofia de la Univ. de Costa Ri-

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