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350 PHYSIS - DIATHEKE interesante analizar cómo santo Tomás hace aplicación de este finalismo en la quinta vía de su ascenso hacia Dios. Por este análisis quedará patente hasta dónde el santo es aristotélico y en qué preciso momento comienza a reflexionar con un esquema superior. Escribe el santo doc to r: “ V id em u s e n im q u o d a liq u a q u a e c o g n itio n e ca re n t, s c ilice t c o r - p o r a n a tu r a lia , o p e r a n tu r p r o p te r fin em , q u o d a p p a re t ex h o c q u o d sem per, a u t freq u en tiu s e o d em o p e ra n tu r, u t co n s e q u a n tu r id q u od e st optim u xn . U n d e p a te t q u o d n o n a easu, sed ex in te n tio n e p e r v e - n iu n t a d fin em ” 18 En este pasaje santo Tomás se mueve en el más puro aristotelis- mo. Distingue con Aristóteles, según hicimos nosotros anteriormente, los seres naturales que obran siempre del mismo modo y los que obran así la mayoría de las veces: « frequentius », según la terminología de santo Tom ás; «ut in pluribus », según la de Duns Escoto. En ambos casos, razona el santo, el azar no puede intervenir, sino que es preciso admitir una intención que dirige los seres en sus actividades, es decir, una causa final. También subraya el santo que la finalidad que se in ­ ten ta es siempre lo óptimo para cada naturaleza. Con todo ello nos ha­ llamos igualmente en el puro aristotelismo. Este es superado netamente cuando santo Tomás sigue argumen­ tando : “ E a a u tem q u a e n o n h a b e n t co g n itio n em , n o n te n d u n t in ñ n em n isi d ir e c ta a b a liq u o c o g n o s c e n te e t in te llig e n te , s icu t s a g itta a s a g itta n te ; e rg o e st a liq u id in te llig e n s, a q u o om n e s res n a tu ra le s o r d in a n tu r in fin em e t h o c d icim u s D e um ” 20. Ta l modo de argumentar apunta, a través de los fines inmedia­ tos que persiguen los diversos seres naturales, a la causa que ha prefi­ jado anticipadamente esos fines según un plan. Esta causa no puede ser más que el autor de la naturaleza, Dios. Aristóteles al prescindir de Este en la determinación de los fines propios de los seres naturales, dejó envuelto en deficiencias y oscuridades el problema de la finalidad que de modo más pleno resolvió santo Tomás en la quinta de sus famo­ sas vías. Por todo cuanto llevamos dicho, causa maravilla el afán que tien>e 19. Summa Theolog., I, 2, 3c 20. L.c.

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