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E. RIVERA DE VENTOSA 3 4 7 nómenos son los cambios de los cielos que en su movimiento único y circular repiten siempre e indefectiblemente los mismos giros y ejercen los mismos influjos. Para Aristóteles todo es perfecto en la limpidez del cielo. Las inteligencias cumplen necesariamente su función moto- ra respecto de los astros y éstos, formados de materia incorruptible, no ponen el menor obstáculo a su acción n. Puestos tales principios, sería absurdo hablar de historia en este primer nivel de la Física. Pues no hay más que una repetición eterna del movimiento circular, sin principio ni fin. Mas si los cielos carecen de historia, Aristóteles cree que el moví- miento circular de los astros ejerce un influjo extraordinario sobre los acontecimientos que se realizan en la tierra la mayoría de las veces, « m í in pluribus », que decían los escolásticos. Es decir: sobre los seres su­ jetos a generación y corrupción. ¿T ienen éstos historia? Para responder a esta nueva pregunta, precisamos dar un rodeo, analizando el concepto de naturaleza, « physis », primordial, si quere­ mos tomar conciencia de los graves problemas que nos van saliendo al paso. Aristóteles dedica un capítulo íntegro de su Metafísica a seña­ lar los diversos significados de la palabra « physis ». Encuentra nada menos que siete en una gama filosófica que va desde la significación etimológica según la cual aphysis » quiere decir la génesis de cuanto se engendra hasta la más universal, por la que « physis » viene a significar lo mismo que esencia o sustancia I2. Expuestos los distintos modos en que se puede entender el con­ cepto de « phisis », Aristóteles fija una significación como primera. Es la de naturaleza como sustancia de aquellas cosas que tienen en sí en cuanto tales, principio de movimiento 1S. Si esta materia, cargada de virtualidades, la hemos de concebir como una única fuerza unitaria o como la totalidad de las fuerzas productoras del cambio, es difícil pre­ cisarlo. Ya E. Zeller hablaba de la oscuridad del problema en aristó- teles M. 11. De Coelo, I, 2, 3. 13 y 14 12. Metaph., V, 4, 1014 b 16 - 1015 a 19 13. Metaph. V, 4. 1015 a 14-15 14. Die Philosophie der Griechen. Zweiter T., Zw. Abteilung, 4.* ed., Leipzig. 1921, p. 389: “Es bleibt so im dunkeln, ob wir uns die Natur als eine einheitliche Kraft oder eine Gesamtheit von Kräften... zu denken haben".

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