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3 5 8 PHYSIS - DIATHEKE labra debe subrayarse porque con ella se quiere significar de modo ter­ m inante la iniciativa divina, la cual llama al hombre a que acepte y comparta los bienes que le quiere donar. Se expresa así el amor-agape, desconocido del mundo antiguo y cuyas dos notas primeras son la pie- na gratuidad y un afán por crear valores en el objeto amado. Y ¿Cuál es, en concreto, el misterio de esa buena voluntad del Pa- dre? Lo señala el apóstol con frase que la filosofía de la historia debe recoger, si quiere aclarar el enigma de la marcha del mundo. H e aquí sí? oíy.ovojitav xoí> ~Xr(ptí>¡xa toq ava-xscpaXa'.ibaaaOai xá raívxa év xü> Xpt;x<í). 41. el texto original del apóstol en su momento cum b re : Palabra por palabra este texto nos introduce en el misterio de la historia, en su meta-historia, como otros prefieren decir. Con el vocablo « oikonomia » alude S. Pablo a ese plan divino que se asemeja a una administración eterna según la cual Dios ha dis­ puesto la salvación del hombre. Para aclarar la segunda expresión del texto de San Pablo, que tra- duce la Vulgata por plenitudo temporum, distinguen les exegetas en­ tre «chronos» y «kairos». «Chronos, escribe F. Prat, no mira sino a la mera duración, mientras que « kairos » significa de modo preciso « el tiempo propicio », la ocasión. Según esto, cuando San Pablo escribe a los G álatas : oxa 8é v¡X9ev xo x\r¡p(o¡j.a xoü xpóvoo, alude al decreto del Padre que fija cierto y determinado plazo para el envío de su Hijo. Durante este tiempo de espera y de expectación, el género humano se halla en estado de minoridad, como niño bajo tutela 42. Algo distinto quiere significar San Pablo cuando en el texto que estamos comen­ tando habla de una economía que se va realizando a través de los si­ glos en largos períodos según las diversas oportunidades — kairoi — que la Providencia de Dios ha decretado. Ya veremos muy luego cómo es­ te conjunto de medidas providenciales se puede sintetizar en un sólo concepto : D IATHEKE. Ahora sigamos el comentario literal al texto del apóstol. La palabra cimera de todo este celebrado pasaje es dva-xe®aXaio>- aaaOai. Los exegetas discuten el matiz preciso que se encierra en dicha palabra. A nosotros nos basta subrayar el contenido básico indis­ 41. Eph., 1, 10. 42. Gl.( IV, 4 y el comentario de F. PRAT. o. c., t. II, p.. 105.

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