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2 5 8 LA CONCEPCION RELIGIOSA DE FREUD A partir de 1911 Freud matiza su concepto y trata de distinguir la paranoia de la demencia paranoide. En el Caso de paranoia autobio - gráficamente descrito, pone ya en el título «dementia paranoides». Y en el 1924 corrige un título que en 1896 había llamado «paranoia crónica» con la sustitución «demencia paranoide» u. Lo que Freud ha mantenido siempre como independiente del gru po de demencias precoces es el conjunto de delirios sistematizados: el delirio de persecución, de erotomanía, los celos y el delirio de grande za. En el paranoico se da una falta de integración de la personalidad. Su comportamiento es totalmente defensivo. Pero, en esta defensa, no busca apoyo en los demás: es también esencialmente individualista. En la analogía que hace entre el comportamiento del paranoico y el comportamiento religioso, Freud usa un concepto vago de para noia. El término de comparación se halla en las deducciones que tanto el paranoico como el supersticioso (Freud no distingue entre religioso y supersticioso) sacan de los signos más insignificantes que descubren en los demás. Interpretando tales signos, precipitan un comportamiento en el que se manifiesta una disgregación de la personalidad. El compor tamiento religioso puede ser parangonado al paranoico en cuanto pro yecta al exterior múltiples imágenes de sí mismo, las personifica y les atribuye diversas intenciones, en cuya conformidad orienta y juzga el propio comportamiento 15. En adelante Freud no hablará más de analogías entre paranoia y comportamiento religioso. Quizás porque se da una evolución de su con cepto sobre la paranoia, que no correspondería a su idea sobre la reli gión : se tratará de su visión de la religión como neurosis obsesiva. 2 ) La religión como neurosis. La comparación de la religión y la neurosis será algo que permanecerá en toda la obra de Freud, cuan do se refiere a la religión en un plano consciente. Esta nueva analogía se da contemporáneamente a la evolución científica de Freud, que comienza a abandonar los estudios sobre la histeria a los que debía sus primeros descubrimientos, para profundi 14. Cfr. FREUD S ., Primeras aportaciones a la teoría de las neurosis: Nuevas observaciones sobre la neuropsicosis de defensa, 225. 15. FREUD S ., Psicopatología de la vida cotidiana, 759.
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