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2 9 0 LA CONCEPCION RELIGIOSA DE FREUD cita el sentimiento de culpabilidad, atizado por los profetas. Con Pablo, prosigue Freud, se origina una nueva religión, fundada en dos pila­ res : pecado original y redención. En el fondo, se trata también de una religión del Padre, ya que ha querido eliminarlo con la adoración del Hijo que muere por todos. Pero tal Hijo se convierte en un igual al Padre, Dios como El. La diferencia entre judaismo y cristianismo es­ tá precisamente en el rechazo del primero a reconocer el asesinato del Padre, cosa que el cristianismo de Pablo ha hecho 1U. Concluyendo, se puede precisar que, para Freud, el totemismo representa el origen de la religión. El tótem es un sustituto del pro- topadre que había sido asesinado por los hijos. Los hijos celebran este triunfo con el banquete ceremonial. Este crimen cometido en la prehistoria permanece olvidado. Por un proceso semejante al que se da en las neurosis y en los niños, como consecuencia del período edípico, el sentimiento de culpa lo lleva a la conciencia. El monoteísmo es la evolución lógica del totemismo. Sólo que a la creación del monoteísmo contribuyen, además, otros elementos so­ ciales y políticos y, en forma decisiva, la persona de Moisés asesina­ do por los judíos. El asesinato lleva, a través de un proceso de ambivalencia, a la aceptación de la religión mosaica, en la que el pueblo judío encuentra la realización de sus deseos. El sentimiento de culpa continúa su actuación y así Pablo de T a r ­ so se hace consciente del peso que lleva su pueblo y lo formula en tér­ minos de «pecado original'). Pero la humanidad es «redimida» de ese pecado, porque un hijo ha dado su vida por todos. Así nace una nueva religión en la que el totemismo inicial en ­ cuentra su cumplimiento. Huellas totémicas se pueden ver en los nue­ vos ritos, sobre todo en la Eucaristía. 111. Ibid., 283 ss.

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