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254 LA CONCEPCION RELIGIOSA DE FREUD terminista, una ciencia «interpretativa». Y, sobre todo, sufre la crisis del descubrimiento de sí mismo. Es el período en que su vida afectiva que­ da marcada por su encuentro con Breuer y Fliess. Es el período de su análisis, del análisis de su mundo optativo, de lo que llamará más tar­ de su inconsciente. Freud intuye que cada hombre que viene al mundo reproduce, en cierta medida, el pasado de la humanidad. Y así, en 1897 , comien­ za, de modo consciente, a anotar sus reflexiones sobre un tema que le preocupará ya toda su vida: la psicología colectiva \ es decir, aquel depósito tradicional e inconsciente que todo nacido trae como tesoro. En el estudio de este tesoro, Freud reflexiona sobre las creaciones populares, los mitos, las leyendas, los comportamientos mantenidos constantemente a través de los siglos. En ese depósito que cada hom­ bre trae a este mundo, Freud encuentra un elemento que posee una fuerza totalmente particular y cuya influencia no se puede devaluar: la idea religiosa. Freud encuentra que, en todo tiempo, el hombre ha tenido nece­ sidad de determinadas seguridades para seguir viviendo. Ha tenido ne­ cesidad de dominar el mundo. Este dominio lo ha logrado por medio de una interpretación del mismo: el hombre se encuentra con lo mis­ terioso Lo misterioso viene simbolizado en los mitos, en las costum­ bres, en el foklore popular y, a través de los símbolos, el hombre da una interpretación de la realidad. 3. Baste recordar algunas obras que se ocupan, más o menos directamente, de este tema: Totem y tabú (1913); Los orígenes del psicoanálisis (1887-1902); Las primeras aportaciones a la teoría de las neurosis (1882-1898): La herencia y la etiología de las neurosis, 204-211; Proyecto de una psicología p3ra neurólogos (1895), 111.883-972: Psicopatología de la vida cotidiana (1904); Ensayos sobre la vida sexual y la teoría de las neurosis: La moral sexual “cultural” y la nervio­ sidad moderna (1908), 943-954, Aportaciones a la psicología de la vida erótica (1910-1912), 963- 982, Una relación entre un símbolo y un síntoma (1916), 1003-1004; Psicoanálisis aplicado: Los ac­ tos obsesivos y las prácticas religiosas (1907) 1048-1053, El poeta y la fantasía (1908), 1057-1061, Un paralelismo mitológico a una representación obsesiva plástica (1912), 1062, El “ Moisés” de Miguel Angel (1914), 1069-1082, Varios t'pos de carácter descubiertos en la labor analítica (1914), 1082-1094, Un recuerdo infantil de Goethe en “ Poesía y Verdad" (1927), 1128-1133, Dostoyevski y el parricidio (1928), 1136-1145; Metapsicología (1913-1917): Algunas observaciones sobre el con­ cepto de lo inconsciente «n el psicoanálisis 1031-1034, Los Instintos y sus destinos, 1035-1045, La represión, 1045-1051, Lo inconsciente, 1051-1069; Obras inéditas de los años 1905 a 1937, III: {Grande es Diana Efesia! (1912), 480-481; Un recuerdo infantil de Lenardo de Vinci (1910); Psi­ cología de las masas (1921); El porvenir de una ilusión (1927); El malestar en la cultura (1930); Moisés y la religión monoteísta (1938). 4. Para hacerse una idea más completa de la actitud del hombre ante lomisterioso, espe­ cialmente en el aspecto irracional del mismo, cfr. OTTO R ., Das Heilige, Beck, München 1936 ELIA D E M., Traité d’histoire des religions, Payot. Paris 1949 (donde se da una bibliografía funda­ mental y abundante sobre cada tem a), Le sacré et le profane, Gallimard, Paris 1965, Le mythe de l’éternel retour, Gallimard, Paris 1969.

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