PS_NyG_1971v018n003p0251_0303

2 88 LA CONCEPCION RELIGIOSA DE FREUD quiera en otra religión, En esta aceptación jugaría un papel decisivo la personalidad de Moisés, que creó en los judíos la conciencia de ser un pueblo único, de ser el pueblo elegido de Dios. Esta idea respon- dería perfectamente a los deseos del pueblo judío y en ella habría en­ contrado la satisfacción de un narcisismo colectivo, exaltación de su autoestima. Tal autoestima y magnificencia colectiva sería más tarde unida a su religión, fundida con la misma hasta resultar inseparable y parte de su credo religioso 10S. En este apegamiento afectivo intervendría, según Freud, un ele­ mento irracional, una emoción tan irresistible que las mayores prue­ bas de razón no tendrían poder alguno para contrarrestarla I06. Pero en lo que los judíos llegaron a ser verdaderamente únicos, según Freud, ha sido en su representación de Dios. El dios de las re­ ligiones primitivas no era, en realidad, más que el protopadre d iv in i­ zado : había perdido poco a poco sus características de tirano, domi­ nador y celoso, pero seguía con toda la ambivalencia de su origen. En el dios mosaico los judíos encuentran elementos, en los que existía el peligro de una satisfacción narcisista superior, pero también se daba la posibilidad de una idea más elevada de Dios. Moisés habría inculcado la idea de un Dios totalmente diverso de los otros dioses y que ellos, los judíos, adoradores de este Dios, eran diversos, en cuan­ to habían sido escogidos por un Dios más grande, cuya magnificen­ cia compartían IW. Según Freud, Moisés tuvo una idea genial al llevar a los judíos de una posible afección excesiva a su persona a la afección a una idea de Dios cada vez más espiritual. Las religiones primitivas habían ado­ rado al tótem, sustituto del padre primitivo. Pero no habían logrado superar el campo sensorial en la concepción de su dios. El dios venía a ser uno del clan, más poderoso, capaz de influir en el bien y en el mal, misterioso... Pero no hubiera sido difícil al primitivo describir a su dios. Aún m á s : lo representaba, le daba una forma más o menos clara. Pero la religión mosaica hizo una conquista excepcional en este p u n to : llegó a concebir que Dios no se podía representar en imágenes, es decir, la religión judía llegó a intuir — según Freud algo absoluta­ 105. Ibid., 260. 106. FREUD S., El porvenir de una ilusión, 85; cfr. El malestar en la cultura, 37; Moisés y la religión monoteísta, 244. 107. Ibid., 265.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz