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M. GARCIA CABERO 279 el super-yo severo y el yo, es lo que Freud denomina sentimiento de culpabilidad, sentido en forma de necesidad de castigo 78 Freud sostiene, pues, que el sentimiento de culpabilidad tiene su origen en el temor a una autoridad exterior y al super-yo. El individuo quiere, sobre todo, la satisfacción de sus pulsiones. Para ello tiene que ponerse, al menos exteriormente, ciertos límites. Con ello tiene pro­ picia una autoridad exterior en la que el individuo encuentra la satis­ facción de las propias pulsiones. Con la autoimposición de los límites, podría parecer que el individuo no tiene ya problemas con la autori­ dad exterior y que ya no habría motivo para que se produjese el sen­ timiento de culpa. Pero en este momento nace el conflicto entre el yo y el super-yo. Mientras frente a una autoridad externa el yo puede manifestar su renuncia a la satisfacción de las pulsiones, no lo puede hacer frente al super-yo, ya que el sujeto sigue con el deseo, incons­ ciente, de satisfacer sus pulsiones y tal deseo no se le oculta al super-yo. De aquí que, ante el super-yo, el individuo se sienta siem­ pre angustiado y culpable 7\ Es verdad que el sentimiento de culpabilidad es algo que en tra­ ña toda cultura. Pero es de difícil percepción, en cuanto permanece, en gran parte, en el inconsciente o se expresa por medio de motiva­ ciones desplazadas, como un malestar, o un descontento cuya causa se desconoce 80. La importancia de este sentimiento no ha pasado des­ apercibida a las religiones, que le han dado el misterioso nombre de pecado Freud alude otra vez a su explicación mítica del asesinato del protopadre y al fenómeno del complejo edípico para inserir el sen­ timiento de culpabilidad dentro de la historia de la especie humana y de la del individuo 82. En resumen, se puede decir que, para Freud, no cabe duda que las religiones tienen como núcleo el complejo paterno y que el ritua­ lismo que se encuentra en las mismas no es más que un síntoma del sentimiento de culpabilidad que actúa en un nivel más profundo. El mito del asesinato del padre, la conmemoración del mismo en la co­ mida totémica, el complejo de sentimientos ambivalentes en que ésta 78. Ibid., 47. 79. Ibid. 50. 80. Ibid., 56-57. 81. Ibid., 57. 82. Ibid., 53.

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