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260 LA CONCEPCION RELIGIOSA DE FREUD cuando, en el fondo, no hace más que proyectar sus propios deseos. En este sentido, en cuanto puede ser una proyección de los deseos del ere- yente, la religión puede ser asemejada a la neurosis obsesiva. Sin querer entrar en el estudio de la etiología de la neurosis y, por consiguiente, obligarse a un examen de la sexualidad, parece con- veninente abrir un breve paréntesis sobre el mecanismo de la neurosis obsesiva Este paréntesis puede llevar a comprender mejor las ana­ logías entre los diversos comportamientos neuróticos y, en definitiva, comprender mejor la definición de la religión como «neurosis obsesi­ va universal». El análisis puede encontrar, en la neurosis obsesiva, dos elemen­ tos : el desarrollo clínico y su mecanismo psíquico tó. Respecto al desarrollo clínico de la neurosis obsesiva, se pueden poner de manifiesto diversos elementos: En una época determinada de la vida — Freud se refiere a la época infantil, y esto es básico— las pulsiones del sujeto tuvieron la experiencia de una satisfacción, de un vivo placer. Esta experiencia, vivida durante un cierto tiempo, crea una tendencia. Posteriormente, una imposición exterior impide la con­ secución del placer y, por consiguiente, todos aquellos actos que pu­ dieran orientarse a la satisfacción de la tendencia. El sujeto se ve obli­ gado a obedecer, y esta obediencia satisface otras tendencias interiores del sujeto. Pero la obediencia a la orden represiva no consigue supri­ mir la antigua tendencia al placer. En consecuencia, en el plano inconsciente, el sujeto busca la sa­ tisfacción de esta tendencia, que no ha sido suprimida, sino sólo re­ primida. Tampoco la orden represiva ha sido suprimida, sino que si­ gue actuando y desplazándose hacia todas aquellas salidas que busca, 41. Sobre la neurosis se puede consultar FREUD S., Las primeras aportaciones a la teoría de las neurosis: La sexualidad en la etiología de las neurosis, 146-156, Los recuerdos encubridores, 157-166. Las neurosis de defensa, 173-180, La neurastenia y la neurosis de angustia, 180-192, La herencia y la etiología de las neurosis, 204-211, Crítica de la neurosis de angustia, 211-219, Nue­ vas observaciones sobre las neuropsicosls de defensa, 219-230: Psicopatología de la vida cotidia­ na, 650-653; Una teoría sexual: Las aberraciones sexuales, 771-778, La sexualidad infantil, 789- 804; Ensayos sobre la vida sexual y la teoría de las neurosis: La sexualidad en la etiología de las neurosis, 939-943, La moral sexual "cultural” y la nerviosidad moderna, 943-954, Sobre los tipos de adquisición de la neurosis, 985-989, La disposición a la neurosis obsesiva, 989-994; Ensayos: Neurosis y psicosis, II, 489-501; Historiales clínicos: Análisis de un caso de neurosis obsesiva, 715-751, Historia de una neurosis infantil, 785-841. Psicoanálisis aplicado: los actos obsesivos > las prácticas religiosas, 1048-1053. Una neurosis demoníaca en el s. XVII, 1112-1128 Los orígenes del psicoanálisis: Manuscrito B, 644-651, Manuscrito D, 633-664, Manuscrito K, 716-760; Obras iné­ ditas de los años 1905 a 1937: La novela familiar del neurótico, 465-468. 42. FREUD S. Tótem y tabú, 526.

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