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F. J . CALASANZ 161 tiva del potro es peligrosa cuando va “ desbocado” . Pero el domador orienta esa fuerza y el caballo se convierte en un noble animal útil. Las generaciones jóvenes están en posesión de una fuerza poderosa. Necesita un cauce, una orientación, una doma para convertirse en generosa sangre renovadora de la colectividad. Insistimos en que ésta es la labor de la crítica constructiva. Los “Diálogos con Pablo V I", de Jean Guitton nos dan una defi­ n ición sugestiva: Dice el Papa: “Criticar no significa destruir, sino precisar". Y es que la críti­ ca se explica com o una vocación de amor y de entendim iento. Criti­ camos porque amamos. Criticamos a España porque llevamos den ­ tro el dolor de que no sea com o queremos que sea. Y cuando ama­ mos queremos lo m ejor para lo que amamos. Nos descontenta —y nos duele— la vulgaridad y el desfasam iento en instituciones que quisiéramos mejorar. El padre no llama aparte al ch ico de sus veci­ nos, sino a su h ijo porque es algo suyo. Nos duele la mediocridad en lo nuestro y en lo que nos toca de cerca. Estas puntualizaciones son tan obvias que se imponen por sí m is­ mas. Con todo, conviene destacarlas para que no nos confundan . P o ­ demos adormecernos y embriagarnos con las espirales del incienso barato, 'mientras que la crítica nos mantiene en tensa vigilia para reflexionar seriamente qué piden Dios y el mundo de nosotros. La actitud más honrada es la exigencia personal y colectiva para no quedarnos a medio cam ino. Una revisión a fond o de nuestra activi­ dad — de nuestro trabajo en general— no puede convencernos. Es mucho más positivo pensar y programar en equipo lo que tienen de­ recho a esperar de nosotros la Iglesia y la Fraternidad. Una obra no se term ina cuando los obreros izan el ramo de flores y beben un vi­ n o español, sino cuando se rematan los últimos detalles del interior de la casa. Cuando la casa queda habitable. La crítica viene parcialmente cond icionada por la in form ación de la vida pública. Por eso la in form ación — ya lo hicim os constar— debe ser amplia y generosamente servida por los organismos respon ­ sables. Y sobre la in form ación , trabajar jornadas intensivas con un espíritu sano de colaboración . Las reuniones de revisión son un p ro ­ cedim iento muy eficaz para el contraste de pareceres, puesto que ca ­ da uno aporta sus experiencias, sus conocim ientos, sus criterios, sus puntos de vista. En una comun idad de vida pu jante los con flictos deben ser n u

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