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1 1 4 RELIGACION Y PSICOLOGIA PROFUNDA En las religiones humanistas, Dios es un símbolo de lo que el hombre es potencialmente o debiera llegar a ser. En las religiones au- toritarias, Dios tiene todo el amor, toda la sabiduría, toda la justicia, y el hombre está privado de estas cualidades, está vacío y pobre; es el típico mecanismo masoquista y sumiso que advertimos en las re- laciones interpersonales patológicas, neuróticas, donde una de las per­ sonas tiene miedo a la otra; es el mecanismo que hace que las masas doten a los líderes de los sistemas más inhumanos de cualidades de sa­ biduría y bondad (FR, 71 ). En este proceso de autodestrucción y aniquilamiento, el hombre queda alienado de sí, con una total enajenación de sus propios recur­ sos, y se convierte en un ser sin fe en el prójimo ni en sí mismo, sin la experiencia de su amor, de su poder propio de razón (FR, 72 ). «En sus actividades mundanas, el hombre actúa sin amor, en aquel sector de la vida reservado a la religión se siente como un pecador (y lo es realmente, porque vivir sin amor es vivir en pecado). Simultá­ neamente, trata de conseguir el perdón, poniendo de relieve su impo­ tencia y su miseria. Así, la tentativa de obtener el perdón, produce una activación de la actitud de que nacen sus pecados» (FR, 72 - 3 ). El hombre dominado por la religión autoritaria cae en el típico cír­ culo vicioso neurótico. Pero este análisis de los tipos religiosos, en manos de Fromm, sociólogo al fin, no puede desligarse de las condiciones socioeconómi­ cas. «En las sociedades gobernadas por una minoría poderosa, que tiene sometidas a las masas, el individuo estará tan imbuido de mie­ do, tan incapaz de sentirse fuerte o independiente, que su experien­ cia religiosa será totalitaria. Hay poca diferencia en que venere a un dios terror y de venganza, o a un líder concebido de modo similar. Por otra Darte cuando el individuo se siente libre v responsable de su propio destino, o entre minorías que luchan por la libertad y la inde­ pendencia, se desarrolla la experiencia religiosa humanista» (FR, 73 ^ 4 ). «Siempre que la religión se alió con el peder secular tuvo, necesaria­ mente que hacerse autoritaria» (FR, 74 ). La Historia de las religiones y la Historia universal son una buena confirmación de estos dos puntos de vista. E n síntesis, pues, v em os q u e el psicoanálisis d e F rom m está

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