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1 0 6 RELIGACION Y PSICOLOGIA PROFUNDA enfermo). Por entonces, sufría mi paciente una violenta reacción a causa de sus vivencias íntimas. Había querido escapar de su propia aventura. Pero el hombre, felizmente, poseía religio, esto es, «tomó en consideración cuidadosa su experiencia», y tenía en relación con sus experiencias la suficiente pistis o lealtad como para atenerse a ellas y proseguirlas. Poseía la gran ventaja de ser neurótico y, por eso, ca- da vez que intentaba apartarse de su experiencia o de negar la voz, el estado neurótico reaparecía de inmediato. No pudo «apagar el fuego», y debió finalmente admitir el carácter inconcebiblemente numinoso de su experiencia. Hubo de reconocer que el fuego es inapagable, «sa­ grado». Fue ésta la conditio sino qua non de su curación» { JR, 66). ¿Pero cómo habremos de interpretar la simbología de estos sue­ ños? ¿Cómo penetrar en su contenido? Jung no encuentra más que una posibilidad, y es volver la vista a aquellas épocas en que una ma­ yor ingenuidad psicológica y la ausencia de un desenfrenado raciona­ lismo, hicieron posible la «concienciación» psicológica de estos fenó­ menos. Si el sueño es la vía regia de penetración en el inconsciente, los mitos, símbolos, ritos, folklore, etc., de épocas anteriores son su auténtica vía de interpretación, su base hermenéutica. De aquí el in­ terés de Jung por las mitologías y religiones primitivas, por la gnosis, por la alquimia, etc. No son meros deseos de erudición, sino el medio de comprender las vivencias inconscientes de sus enfermos. «Así como los sueños — y en muy alto grado— están hechos con material colectivo, así en la mitología y en el folklore de pueblos di­ versos repítense ciertos temas en forma casi idéntica. A estos temas los he llamado «arquetipos» : designación con ia que significo formas o imágenes de naturaleza colectiva, que se dan casi universalmente como constituyentes de los mitos y, al propio tiempo, como produc­ tos individuales autóctonos de origen inconsciente. Los temas arque- típicos provienen, verosímilmente, de aquellas creaciones del espíritu humano transmisibles no sólo por tradición y migración sino por he­ rencia. Esta última hipótesis es ineludible, dada la producción espon­ tánea de las imágenes arquetípicas, incluso las complejas, aún en ca­ sos en que no existe posibilidad alguna de tradición directa» ( JR, 76 ) 61. 61. En la «Introducción» al libro de White, Jung escribe: «La indudable inter­ vención de motivos arquetipos en los sueños hace indispensable el estudio completo

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